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2017 AUTUMN

Perseguir las alegrías de la vida como desarrollador de IT

Los desarrolladores de software integrado trabajan para maximizar la comodidad de los usuarios del producto, organizando y combinando símbolos que simplemente son ilegibles para el ojo no entrenado. Como podría esperarse de alguien con este tipo de trabajo, Kim Yoon-ki admite: “Aproximadamente, hago horas extras durante medio mes”. Pero también comparte sus planes para realizar en 10 años su tan ansiado sueño.

Los desarrolladores de IT que vemos en los dramas o en películas de televisión suelen ser retratados como magos. Mirando una pantalla de color negro, frenéticamente aporrean el teclado y de pronto, la pantalla cambia y la información secreta aparece. Para los laicos que no saben nada de los procesos involucrados en el diseño de programas, es una visión misteriosa y sorprendente. A veces parece que la gente con esas habilidades viva en un mundo distinto.

Sin embargo, la realidad de los desarrolladores de IT es muy diferente. Ocho años después, Kim Yoon-ki comienza diciendo con calma que su vida cotidiana no es “distinta de la de un empleado medio de oficina”. Trabaja de nueve a seis, con una hora de descanso para el almuerzo, desde las once y media hasta las doce y media. A veces puede salir del trabajo a las seis en punto, pero otras veces se queda hasta tarde.

El café hace al desarrollador de software

Lo primero que hace Kim cuando llega al trabajo es tomar una taza de café con sus colegas. Compañeros de trabajo a los que él llama “sus hermanos”. Tan pronto como uno de ellos envía un mensaje instantáneo, los hermanos se reúnen frente a la cafetería en la planta baja de su edificio. Mientras esperan su café, charlan sobre esto y lo otro. Esta breve reunión dura entre cinco y diez minutos como máximo, pero para él es un precioso momento que marca el comienzo de cada día.

“Hay tres o cuatro hermanos que entraron en la compañía a la vez que yo. A veces no vienen a la oficina, pues van a sus proyectos directamente desde casa, por lo que siempre que podemos nos reunimos para darnos ánimos los unos a los otros. Soy el más joven de los hermanos, y hablar de mis problemas con mi hermano mayor, que tiene tres años más que yo, o discutir sobre cosas por las que siento curiosidad, realmente me ayuda en el trabajo”, afirma.

En el campo de IT les gusta decir medio en broma que “el café hace al desarrollador de software”. Tan pronto como llegan al trabajo toman una taza para despejar sus sentidos; luego otra para mantenerlos despiertos mientras trabajan, y más tarde otra para concentrarse. Para mantener la mente despejada y recobrar la concentración, los desarrolladores de IT beben café como la mayoría de nosotros bebemos agua.

La regla de hierro de las horas extraordinarias

Las armas de Kim son un PC de escritorio cargado con un procesador de 12 núcleos, un monitor UHD de 32 pulgadas y un viejo teclado que no ha reemplazado desde que comenzó a trabajar. Con estas herramientas se dedica a su trabajo como si fuera a la batalla. Él es un desarrollador de software integrado. El software integrado es el tipo de software que se encuentra en los electrodomésticos comunes -como televisores y neveras- y lleva a cabo funciones específicas. Es esencial para los dispositivos conectados a Internet de las Cosas.

Cuando conoce a otras personas se presenta como “un desarrollador”. Pero si comienza a hablar de su trabajo en detalle, las explicaciones se hacen cada vez más largas y las personas que no están familiarizadas con este campo nunca paran de hacer preguntas. Así, no hay forma de saber cuándo esas conversaciones terminarán, y eso es agotador. Habiendo experimentado esto unas cuantas veces, Kim ahora mantiene un perfil bajo al presentarse.

También hay veces en las que conocer gente nueva acaba siendo bochornoso: “Si digo que soy desarrollador de IT, algunas personas me dicen cosas como: “¡Debes ser un crack de los videojuegos!” o “Tengo un virus en mi PC, ¿crees que podrías arreglarlo?”.

“Pero igual que hay diversos juegos de pelota, como baloncesto, fútbol o béisbol, lo mismo sucede con el desarrollo de IT. Hay una gran gama de sectores como la web, software integrado, servidores,…” explica Kim. “No esperarías que un jugador profesional de baloncesto fuera genial en béisbol, ¿verdad? Yo me especializo en sólo un área concreta. No puedo ser experto en todo, así que no puedo soportar cuando la gente me hace preguntas como si todo fuera lo mismo”.

Desarrollar software es un poco como escribir una novela. No es una tarea que pueda completarse trabajando duro sólo durante un día. Tienes que verificar si lo que hiciste el día anterior funciona o no, y si no funciona, tienes que identificar el problema y arreglarlo. Este proceso se repite una y otra vez. Y al igual que diferentes historias y argumentos se unen para formar una narración plausible, como una novela, cada parte programada tiene que funcionar para que funcione el todo. Si no resuelves los problemas de las partes ya programadas, entonces no podrás avanzar y terminarás quedándote hasta muy tarde día tras día.

Kim hace horas extras como la mitad de cada mes. “Tengo mi propia regla de hierro para cuando hago horas extras”, dice. “Tengo compañeros de trabajo que duermen un par de horas en la oficina para ahorrarse el tiempo de ir a casa y volver, pero a mí no me importa lo tarde que acabe de trabajar: tengo que ir a casa a dormir. Así puedo volver a empezar de nuevo. Así obtengo la motivación de ir a trabajar un nuevo día”.

Al estar su oficina ubicada en Seongnam, provincia de Gyeonggi, y su casa en Incheon, el viaje no es corto, pero pese a todo Kim cumple esa regla al pie de la letra.

El secreto de la felicidad en el trabajo

A Kim le gustan los sonidos de sus colegas hablando entre sí, el tic-tac del reloj, y la tranquilidad que a veces se respira en la oficina. Dice que le ayudan a concentrarse. Sin embargo, una vez que pasa el periodo de alta concentración, hay un “tiempo gafe”, cuando no importa lo que hagas porque nada funciona. Como escape, en esos momentos, Kim se pone a navegar aquí y allá por internet y el día pasa volando.

“En el desarrollo has de pasar por un proceso llamado “construir”. Una vez que has creado tu software en un idioma que la computadora puede entender, hay que verificar si el equipo puede procesar adecuadamente ese contenido. Esa etapa tarda mucho más de lo que imaginas. Así que como desarrollador, mi mejor arma y amigo es mi computadora de alto rendimiento, porque minimiza el aburrimiento de ese tiempo de espera”, resalta Kim.

Incluso en el amor hay momentos aburridos, y el trabajo no va a ser distinto. Como cualquier otra persona, Kim a veces se cansa de su rutina y de las tareas repetitivas que tiene que realizar. El secreto para no renunciar es disfrutar de la tarea de desarrollo en sí. Además, es crucial tener pasatiempos y actividades que ayuden a relajarse y a recargar pilas.

“Hay desarrolladores que sólo están interesados en la programación y se sumergen completamente en su trabajo, pero muchos otros disfrutan de muchos pasatiempos y tienen una rica vida cultural. La mayoría de los desarrolladores son personas muy curiosas y terminan teniendo todo tipo de aficiones. Lo mismo me pasa a mí”, dice.

 

Kim tiene un sueño. Quiere convertirse en un desarrollador interdisciplinario que combine la informática y las artes. En vez de renunciar a su trabajo actual, quiere utilizar las habilidades adquiridas para crear un tipo de trabajo aún mejor.

Kim Yoon-ki (frente a la cámara a la derecha) y su equipo de desarrollo de software integrado quedan para una reunión. El software está integrado en artículos como electrodomésticos y permite el desempeño de ciertas funciones.

Cada vez que tiene tiempo Kim lee. Un libro en concreto que disfrutó mucho recientemente fue Encontrar el flujo: la psicología del compromiso con la vida cotidiana, de Mihaly Csikszentmihalyi. Durante los fines de semana consulta los últimos avances en su campo y también ve películas. Además se unió al grupo de guitarra de su oficina y ocasionalmente da conciertos. Antes se aficionó al running y cada día corría cuatro kilómetros antes de volver del trabajo a casa. Ha participado en dos maratones amateur de larga duración, y completó ambos.

 

“Disfrutar de mis pasatiempos es realmente una forma de disfrutar más en mi trabajo para mí. Es mi secreto para estar feliz con mi trabajo”, afirma.

Por supuesto, hay desarrolladores con circunstancias muy diferentes. Muchos sufren depresión debido al trabajo que hacen. Es un trabajo donde las luces de la oficina permanecen encendidas durante toda la noche, y comer y dormir en el trabajo puede convertirse rápidamente en rutina. Afortunadamente, Kim disfruta su profesión.

Pero además Kim tiene un sueño. Quiere convertirse en un desarrollador interdisciplinario que combine la informática y las artes. En vez de dejar atrás su trabajo actual, quiere utilizar las habilidades adquiridas para lograr un tipo de trabajo aún mejor.

“Dentro de 10 años quiero abrir una galería. Algo así como un taller de artesanía para desarrolladores de IT”, dice. “Quiero progresar y pasar de ser un desarrollador que crea cosas con códigos, para convertirme en un ingeniero que diseña y produce cosas más tangibles. No estoy seguro de cuándo llegará, pero es un sueño que realmente quiero conseguir”.

Yi Ji-youngPeriodista, bloter.net
Ha Ji-kwonFotógrafo

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