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2019 SPRING

Regreso a un reino olvidado

Los diccionarios reflejan los cambios culturales y sociales mediante las palabras que contienen y sus definiciones. “Diccionarios de Corea, una nueva perspectiva”, una exposición especial del Museo Nacional del Hangeul, ofreció una oportunidad única de repasar los antecedentes de la era moderna.

“Diccionarios de Corea, una nueva perspectiva” es una exposición especial del Museo Nacional del Hangeul del 20 de septiembre de 2018 al 3 de marzo de 2019. Un visitante examina los diccionarios y los cambios en las tendencias socioculturales que reflejan.

En 2010, Oxford University Press anunció que no imprimiría más su “Oxford English Dictionary” (OED), el diccionario con mayor autoridad del idioma inglés. Ante la enorme caída en las ventas anuales de sus diccionarios impresos, la empresa anunció que su tercera edición del OED solo estaría disponible en línea.

La primera parte de la primera edición del OED apareció en 1884 y la primera edición completa en 1928. La última edición contiene 10 palabras en coreano, incluyendo taekwondo, kimchi, makkoli (vino de arroz sin refinar, también escrito como makgeolli) y ondol (sistema de calefacción por el suelo), así como chaebol (gran conglomerado de empresas familiares, también deletreado como jaebeol) y won, la unidad monetaria coreana.

Corea dejó de imprimir diccionarios cuatro años antes. En el Día del Hangeul, el 9 de octubre de 2006, el Instituto Nacional de la Lengua Coreana anunció que la edición revisada del “Diccionario de la Lengua Coreana Estándar” quedaría reida al uso en línea. Desde entonces, el instituto ha reforzado los servicios de su diccionario en línea y ha introducido “Urimalsaem”, literalmente “la primavera de nuestro idioma”, un diccionario abierto e interactivo que acepta nuevos términos y definiciones de los usuarios.

La transición del formato impreso al formato en línea ha ido en paralelo a los avances tecnológicos. La omnipresencia de computadoras y teléfonos inteligentes implica que sus propietarios llevan literalmente pequeños diccionarios encima. Internet ha hecho que encontrar una definición o palabra en los diccionarios digitales y en línea sea simple y fácil. Atrás quedaron los días de hurgar en las páginas de un diccionario de papel en busca de una palabra. Curiosamente, sin embargo, no pocas personas hicieron cola recientemente solo para ver diccionarios.

La exposición especial “Diccionarios de Corea, una nueva perspectiva”, comenzó el 20 de septiembre de 2018 en el Museo Nacional del Hangeul, ubicado en el recinto del Museo Nacional de Corea, en el distrito de Yongsan, en el centro de Seúl. Aunque estaba originariamente programada hasta finales de año, la acogida del público fue tan favorable que convenció al museo de mantenerla por tres meses más.

Manuscrito del primer diccionario coreano que Ju Si-gyeong (1876–1914) comenzó a escribir con sus alumnos en 1911. Solo se conservan algunas partes del original.© Museo Nacional del Hangeul

Borrador del “Diccionario de la Lengua Coreana”, compilado durante 13 años desde 1929 por la Sociedad del Lenguaje Coreano, fundada en 1921. El manuscrito fue incautado por la policía japonesa en 1942 y recuperado en un Almacén de la estación de Seúl en 1945, tras la liberación de la nación.© Hangeul Society

Manuscritos históricos

Los diccionarios no son solo un tesoro de palabras. También ofrecen información sobre la evolución de los países y las sociedades. Deténgase y reflexione sobre la etimología de las palabras y se dará cuenta de que los diccionarios ofrecen más que definiciones. También hacen un seguimiento del desarrollo social, cultural e histórico. En este sentido, la exposición ofreció la deliciosa experiencia de transportarnos 100 años atrás, al explorar cómo los diccionarios han cambiado con los tiempos.

El rey Sejong (r. 1418-1450), el cuarto monarca de la Dinastía Joseon, creó el Hangeul en 1443 y lo promulgó tres años después, pero el alfabeto coreano no fue oficialmente reconocido hasta 1894 bajo el edicto real del gobierno de Joseon. A partir de entonces, la compilación de los diccionarios del idioma coreano se convirtió en una tarea de relevancia nacional en un período oscuro y turbulento de la historia moderna de la nación. Sin duda la agitación desaceleró considerablemente los proyectos.

El primer diccionario de idioma coreano escrito por un coreano no apareció hasta la década de 1930. Pero, mucho antes, los misioneros cristianos extranjeros crearon diccionarios bilingües en coreano: el primero fue el “Dictionnaire Coréen-Français”, publicado en 1880. En 1890 le siguió un diccionario coreano-inglés y al año siguiente llegó otro diccionario inglés-coreano.

El borrador escrito a mano del “Dictionnaire Coréen-Français”, fechado en 1878, resultó una de las piezas destacadas de la exposición. Respaldado por la Fundación de Investigación para la Historia de la Iglesia Coreana, el borrador del manuscrito fue mostrado al público en general por primera vez en esta exposición, junto con la versión impresa. El obispo Félix-Clair Ridel (1830–1884) de la Société des Missions Etrangères de París (Sociedad de Misiones Extranjeras de París) publicó el diccionario en Yokohama, Japón, en 1880. Posee un inmenso valor histórico, ya que no solo es el primer diccionario coreano-francés, sino el primer diccionario bilingüe de coreano en sentido moderno.

Integrantes de la Sociedad de la Lengua Coreana retratados el 9 de octubre de 1957, para conmemorar la publicación del “Diccionario de la Lengua Coreana”. La compilación del diccionario comenzó en 1929 pero tuvo que suspenderse por el encarcelamiento de los lexicógrafos. Fue completado por su sucesor, Hangeul Society.© Hangeul Society

También mostraron al público por primera vez diccionarios sin terminar escritos por activistas de la independencia durante los últimos años de la Dinastía Joseon, cuando las potencias extranjeras invadían el territorio coreano.

Uno de estos diccionarios sacó a la luz un hecho apenas conocido sobre a Syngman Rhee (1875–1965), el primer presidente de la República de Corea. En 1903-1904, hacia el final de la Dinastía Joseon, y mientras estaba encarcelado por intentar derrocar a la monarquía, Rhee escribió el borrador del “Nuevo diccionario inglés-coreano”. Desafortunadamente, el diccionario nunca llegó a las imprentas. Así Rhee, un independentista que abogaba por el gobierno republicano, solo completó de la A a la F pues también dedicaba su tiempo a escribir “El espíritu de la independencia”. Hoy, el borrador de Rhee es propiedad del Instituto Syngman Rhee de la Universidad de Yonsei.

Otro diccionario inacabado surgió del activista por la independencia y periodista Soh Jaipil (a.k.a. Philip Jaisohn; 1864–1951). En 1896, Soh fundó The Independent, el primer diario bilingüe coreano-inglés publicado en Corea. Por aquel entonces, Soh se embarcó en escribir el primer borrador de un diccionario inglés-coreano, pero solo logró completar de la A a la P. El manuscrito original de este trabajo, datado en 1898, fue prestado por el Salón de la Independencia de Corea.

“Diccionario coreano-francés”, publicado por el obispo Félix-Clair Ridel (1830-1884) de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París en 1880. El primer diccionario bilingüe de Corea contiene unas 27.000 entradas coreanas en orden alfabético.© Museo Nacional del Hangeul

Vestigios de la civilización moderna

La exposición también ofreció evidencias reveladoras de los cambios en la ortografía y el significado de las palabras a lo largo del tiempo, al reflejar la transición sociocultural de Corea desde el período de la ilustración, así como el modo en que han cambiado las percepciones del pueblo coreano.

Por ejemplo, el cuento corto “Teléfono” (Jeonhwa) de 1925 de Yeom Sang-seop (1897–1963), un destacado escritor y periodista conocido por su trabajo seminal, “Rana de árbol en la sala de especímenes”, describe cómo la compra de inventos modernos hizo ostentación de los deseos humanos y condujo a la no deseada consecuencia de renunciar a la intimidad personal.

El teléfono fue introducido por primera vez en Corea en 1898. Al principio, se denominaba deongnyulpung (delufeng), transcripción china de la pronunciación de la palabra inglesa teléfono. Los tres caracteres chinos que componen dicha palabra significan literalmente “viento que propaga la virtud”. Pero en alusión a su propósito, el teléfono también se llamaba jeoneogi, que significa “máquina que transmite palabras”.

Pero en coreano no hubo una palabra adecuada para teléfono hasta la década de 1920 cuando fue bautizado como jeonhwa, término compuesto de los mismos caracteres chinos que denwa, palabra japonesa para referirse al teléfono que todavía se usa en la actualidad. Dicho término fue socialmente reconocido y agregado al vocabulario coreano en 1938, cuando en el “Diccionario de idioma coreano” fue incluida una recopilación de unas 100.000 palabras, escrita y publicada por el erudito de lengua coreana Mun Se-yeong (1888–?).

El diccionario de Mun fue el primer diccionario de coreano escrito por un coreano. Fue resultado de sus arduos esfuerzos durante muchos años para publicar un diccionario coreano, como medio para restaurar el sentimiento de orgullo nacional entre los coreanos, profundamente herido por el dominio colonial. A pesar de su importancia histórica, los diccionarios bilingües escritos por misioneros extranjeros a finales del siglo XIX no podían satisfacer dicha aspiración. Además, un diccionario de idioma coreano publicado por el Gobierno general japonés de Corea en 1920 formó parte de una iniciativa cultural para aumentar el control colonial.

La exposición dio a conocer públicamente en qué momento palabras como automóvil, televisión o electricidad fueron introducidas en la sociedad coreana, junto con el progreso tecnológico moderno, y cómo emergieron neologismos que reflejan tendencias sociales como “chico moderno”, “chica moderna” y “mujer libre”.

En la era digital, donde la norma es la sobrecarga de información por conveniencia y velocidad, resulta fácil obviar el rol de los diccionarios en la sociedad.

Primer borrador de un diccionario inglés-coreano del activista en pro de la independencia Soh Jaipil, escrito en 1898. Sólo logró completar de la A a la P.© Salón de la Independencia de Corea

Hilo conductor del talento TIC de Corea

La publicación del “Diccionario del idioma coreano estándar” por el Instituto Nacional de la Lengua Coreana en 1999 fue un hito importante en la historia de la lexicografía coreana. Resultó de un proyecto gubernamental de ocho años que costó 12 mil millones de wones (unos 11 millones de dólares). El diccionario, de tres volúmenes, contiene más de 7.000 páginas y unas 500.000 entradas en total, incluido el coreano estándar hablado en Corea del Sur, el idioma coreano hablado en Corea del Norte, dialectos regionales y palabras arcaicas. Durante años, ha sido el trabajo de referencia estándar para varios diccionarios producidos por editores comerciales.

En la actual era digital, donde la norma es la sobrecarga de información aumentada por conveniencia y velocidad, resulta fácil obviar el rol de los diccionarios en la sociedad. En ese sentido, la exposición del Museo Nacional del Hangeul ofreció una oportunidad única para reflexionar sobre el valor de los diccionarios que han servido de guía para el mundo, así como de alimento para las mentes. También ayudó a recordar la tumultuosa historia moderna del país y a reflexionar sobre la excelencia del Hangeul.

Superando muchas dificultades y la firme oposición de los cortesanos conservadores, el Rey Sejong creó el alfabeto coreano para ayudar a la mayoría de las personas, que no tenían acceso a la educación clásica china. El nombre original del alfabeto, Hunmin Jeongeum (Sonidos apropiados para instruir a la gente), demuestra el pragmatismo del rey sabio y su benevolente deseo de promover una alfabetización universal. El alfabeto coreano originario ha sido mundialmente reconocido como uno de los sistemas de escritura más científicos, fácil de aprender y de usar. También es el único del mundo que permite identificar a su creador, la fecha de su creación y su propósito. Como tal, “Hunmin Jeongeum Haerye”, el manuscrito que contiene la proclamación del nuevo alfabeto, fue incluido en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO en 1997.

El Premio anual de alfabetización Rey Sejong de la UNESCO elogia a instituciones y personas que han luchado contra el analfabetismo. Los beneficiarios se anuncian el Día Internacional de la Alfabetización, el 8 de septiembre, aniversario del nacimiento de Sejong.

En tanto, uno de los motivos cruciales que permitió a Corea convertirse en una potencia TIC a nivel global, se atribuye a la estructura del alfabeto coreano que, como el propio Sejong deseó, “todos pueden aprender con facilidad y usar con comodidad”.

Portada interior y primera página del “Diccionario de idioma coreano”, escrito y publicado por Mun Se-yeong en 1938. Con unas 100.000 entradas, es el primer diccionario coreano que utiliza la Ortografía Unificada del Hangeul. En 1940 se publicó una edición revisada y ampliada con 10.000 entradas adicionales y notas con revisiones. © Museo Nacional del Hangeul

Borrador inacabado del “Nuevo Diccionario Inglés-Coreano” escrito por Syngman Rhee, primer presidente de la República de Corea, en 1904–1905 desde la cárcel.© Instituto Syngman Rhee, Universidad de Yonsei

Hong Sung-ho Editor, The Korea Economic Daily

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