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2016 WINTER

REPORTAJE ESPECIAL

El cine coreano en el SXXI: Presente y futuroREPORTAJE ESPECIAL 1Festivales de cultura cinematográfica

La capacidad de los cineastas coreanos para conectar con la audiencia mediante historias e ideas queprovocan un debate generalizado y a veces incómodo es quizás la fuente principal del dinamismo del cinecoreano. El público responde con pasión y dedicación. En los festivales de cine los directores y la audienciainteractúan activamente, difunden mediante el boca a boca y generan entusiasmo por las buenas películas.

El director Kim Ki-duk y los actores Ahn Ji-hye, ChoeGwi-hwa y Hwang Geon caminan sobre la alfombraroja durante la ceremonia de inauguración del 21ºFestival Internacional de Cine de Busan, celebrada el6 de octubre de 2016 en Haeundae, Busan.

A veces las circunstancias más inesperadas o mundanas son las que se traducen en los recuerdos más duraderos. Para mí, uno de los recuerdos más fuertes del Festival Internacional de Cine de Busan es algo que sucedió en la playa de Haeundae en 2007.

Busan entonces y ahora
Fue durante un debate al aire libre entre dos actrices coreanas: Jeon Do-yeon, que había ganado el premio a la Mejor Actriz en Cannes por su actuación en “Sol secreto” de Lee Chang-dong, y Kang Soo-youn, ganadora del premio a la mejor actriz en el Festival de Cine de Venecia en 1987 en “Madre alquilada” de Im Kwon-taek. Hubiera sido muy interesante escuchar este debate entre las dos ganadoras de los premios más destacados en la historia de la actuación coreana, pero llegué tarde a la playa y la multitud ya abarrotaba todo. Tras intentar durante varios minutos abrirme paso entre el gentío para poder ver a las actrices, finalmente me rendí y decidí simplemente escuchar su conversación a través de los altavoces. No podía ver el escenario en absoluto, pero tenía una clara visión de los rostros del público sentado en primera fila.
Pero pronto dejó de importarme no poder ver el escenario, pues esas caras eran tan interesantes como el rostro de las dos estrellas. Como una muchedumbre reunida frente a una chimenea, sus rostros brillaban de adoración, de amor al cine y de orgullo por lo que las actrices habían logrado. Se concentraban intensamente en cada palabra, y respondían con calidez y entusiasmo.
Podría decir que en ese momento fui testigo de la energía que ha llevado al BIFF a convertirse en el festival de cine líder en Asia. Y en sentido amplio, que esa clase de interés y pasión de la audiencia ha sido un factor determinante en el éxito de la industria cinematográfica coreana.
La gente a veces habla de los factores económicos que han contribuido al explosivo crecimiento del cine coreano durante las últimas dos décadas; y mencionan desde el tamaño de los conglomerados empresariales de Corea, hasta el apoyo financiero proporcionado por el gobierno. Pero creo que otro factor clave de esa ecuación es la fuerte cultura cinematográfica que desde los años noventa se ha desarrollado en Corea. La “cultura cinematográfica” es un concepto abstracto, pero puedes sentirlo a tu alrededor si vives en Corea o acudes a sus principales festivales de cine. La cultura cinematográfica se percibe en el conocimiento y el entusiasmo que la gente común siente hacia el cine, y también en la forma en que la gente se expresa y habla sobre cine.
El Festival Internacional de Cine de Busan en 2016 fue considerablemente distinto de aquel de 2007. Por un lado, la actriz Kang Soo-youn se ha convertido en la directora del festival y se halla en mitad de una controversia entre la independencia y el futuro del evento. Pero al igual que en aquel entonces, el BIFF sigue siendo uno de los escenarios clave para experimentar de primera mano la cultura cinematográfica de Corea.

Ahmad Kiarostami, hijo del difunto director iraní Abbas Kiarostami, durante el discurso de aceptacióndel premio en nombre de su padre, nombrado Cineasta Asiático del Año en el BIFF 2016.Abbas Kiarostami murió el pasado mes de julio.

Sueños de cine
Pude comprobar que Nam Yeon-woo estaba nervioso. El actor se convirtió en director en el vestíbulo del teatro Megabox, rodeado de amigos y del elenco de su película de debut como director “Sin vergüenza (Lost to Shame)”. La primera proyección estaba a punto de comenzar y, tras dos años de preparación, rodaje, edición y post-producción, finalmente descubriría lo que el público pensaba de su obra.
Aunque era su debut, el director no era totalmente nuevo en este contexto. En 2012, Nam fue el actor principal de “Fatal”, una película rodada con un asombroso bajo presupuesto de 3 millones de won ($ 2.800). Esa película, que también fue proyectada por primera vez en Busan, obtuvo el premio Nuevas Corrientes para jóvenes directores asiáticos. Se trata de una película única con personajes memorables, proyectada en muchos otros festivales de todo el mundo, y ganadora de más premios. Más tarde se estrenó en los cines de Corea, pero al competir con los grandes éxitos taquilleros de Hollywood y las producciones comerciales coreanas de gran presupuesto, no vendió muchas entradas.

La actriz Kang Soo-youn, directora del BIFF 2016, saluda a Souleymane Cissé, el cineasta malienseque intervino como jurado de la sección New Currents, y a su esposa y actriz, Aminata Cissé,en la ceremonia de clausura del festival. A la izquierda, el presidente del BIFF, Kim Dong-ho.

“Sin vergüenza” trata de un actor que interpreta el papel de un transexualque se cree muy abierto de mente, pero que más tarde se ve obligado a enfrontarse a sus prejuicios interiores. Es una historia inusual con personajes impresionantes y, pese a contar con un grupo de actores que ya conocía y asumir él mismo el papel principal, Nam rodó la película con un micro presupuesto. La postproducción fue subvencionada por el BIFF a través del Fondo para el Cine Asiático.
Durante el primer pase al público de “Sin vergüenza” en Busan algo eléctrico podía sentirse en el aire. Se puede saber de antemano cuando una película atraerá la atención del público; pero también durante la sesión de debate con el director y el reparto, muchas personas expresaron su entusiasmo con elogios. Entre la audiencia también había programadores de otros festivales de cine en todo el mundo, incluido Cannes, que saludaron personalmente a Nam con palabras alentadoras.

Mientras, en el vestíbulo del cine, una larga fila de fans esperaba para obtener autógrafos y tomarse fotos con Nam y los integrantes del reparto. Al menos por un día, ese actor poco conocido –convertido en director- fue toda una estrella.
Hay muchos directores jóvenes en Corea que sueñan con vivir este tipo de experiencia. Así, Park Jung-bum, ahora considerado un gran director independiente gracias a sus premiadas películas “Los diarios de Musan” (2010) y “Vivo” (2013), solía ir al Festival Internacional de Cine de Busan de joven. Allí desarrolló un profundo amor por el cine, y comenzó a soñar con rodar un día su propia película y presentarla ante el público en Busan. Hollywood es a veces definida como la “ciudad de los sueños”, pero en Corea, jóvenes realizadores a menudo realizan sus sueños en Busan, Jeonju o Bucheon.

Para los cineastas, que a menudo soportan años de oscuridad y trabajo duro al hacer una película,los sueños son importantes... Hollywood es a veces definida como la “ciudad de los sueños”, pero enCorea, jóvenes realizadores a menudo logran sus sueños en Busan, Jeonju o Bucheon.

No en vano, Busan no es el único festival de Corea que despierta pasión por el cine. El Festival Internacional de Cine de Jeonju de principios de mayo, coincide con Busan en cuanto a películas con “todo vendido” y dedicadas multitudes. A pesar de enfocarse en películas no convencionales e independientes, el festival atrae a una multitud cada año (si bien la famosa cocina de Jeonju hace el viaje al festival aún más seductor). En cuanto al Festival Internacional de Cine Fantástico de Bucheon, o BiFan, allí es donde convergen los fans del cine de género. Aunque el número de jóvenes directores coreanos que realiza películas de género de bajo presupuesto no es muy elevado, el BiFan ha ayudado a mantener esa comunidad al proporcionar a estas obras un lugar para reunirse con sus seguidores.
Para los cineastas, que a menudo soportan años de oscuridad y trabajo duro al hacer una película, los sueños son importantes. Y no sólo eso, en estos días y a estas alturas, la forma en que una película se introduce a la audiencia es crucial. Las audiencias en BIFF o de Jeonju no son de espectadores ordinarios, sino de personas que tienen un interés particularmente fuerte en el cine. Cuando encuentran una película que les gusta, comienzan a difundirla boca a boca, al tiempo que divulgan comentarios online o reseñas cortas, haciendo que la reputación de un director comience a tomar forma. Imaginen en cambio que un cineasta introdujo una película directamente a través de un estreno en sala. En un ambiente de distribución empáticamente competitivo y donde las películas pequeñas están en extrema desventaja, una película como “Sin vergüenza” simplemente desaparecería o pasaría inadvertida. Por esta razón los festivales de cine, y la cultura cinematográfica que los apoya, son tan importantes para los cineastas.

El cine como conversación
Mientras tanto, junto a la playa de Haeundae, a 10 minutos a pie desde donde Nam Yeon-woo realizaba su presentación, otro tipo de evento tenía lugar. N.E.W., la principal distribuidora, celebraba una fiesta para las compañías de distribución de todo el mundo que habían comprado la exitosa película “Tren a Busan”. La historia de un misterioso virus zombi que se sale de control en un tren de alta velocidad KTX, “Tren a Busan”, vendió más más de 11 millones de entradas en Corea para clasificarse como la mejor película del año. Pero tal vez incluso más notable fue el éxito sin precedentes de la película en países extranjeros como Singapur, Australia, Hong Kong, Taiwán y Francia. Dicha fiesta de Busan rebosaba de humor y no es de extrañar porque, después de todo, muchos de los distribuidores asistentes habían ganado mucho dinero con esa película.

En la víspera de BIFF cada año, la Plaza BIFF en Nampo-dong,Busan, se llena de aficionados al cine para disfrutar las actividadesdel festival. La foto muestra a la multitud reunida el 1 de octubre de2014 durante los 19 eventos previos a la apertura del BIFF.

Su director, Yeon Sang-ho, tampoco es ajeno al Festival Internacional de Cine de Busan. Su primer largometraje, una película animada de bajo presupuesto sobre acoso escolar titulada “El rey de los cerdos”, obtuvo tres premios en el BIFF en 2011 y fue proyectada en la sección Quincena de los Realizadores (Director’s Fortnight) de Cannes al año siguiente. Su segundo largometraje animado, la oscura filosofía “El falso”, fue una de las películas más comentadas en el BIFF de 2012. Aunque su estilo en estas películas tempranas se aleja del mainstream, N.E.W. confió en su talento y aportó un gran presupuesto para financiar “Tren a Busan”, a pesar de la superstición de la industria de que las películas zombis nunca funcionan en Corea. Su apuesta recaudó más dinero de lo que nunca nadie hubiera podido predecir.
Sin embargo, e irónicamente, “Tren a Busan” no fue incluida en el programa del BIFF de este año. Fue suprimida por un boicot parcial de los cineastas, que juraron defender la independencia del festival de las presiones políticas. Un conflicto de dos años con la ciudad de Busan por proyectar el polémico al “La verdad no se hundirá con Sewol (Diving Bell)” en 2014, provocó la expulsión del ex director del festival Lee Yong-kwan. Durante el año pasado en particular, el estatus de BIFF como centro de películas polémicas, francas y a menudo incómodas generó un acalorado debate.
Hará como una década que tuve que entrevistar al exitoso director de Hong Kong Peter Ho-sun Chan (“Los señores de la guerra”, “Camaradas: Casi una historia de amor”). Durante la entrevista, admitió que realmente sentía envidia del público coreano. “La audiencia en Corea es muy inteligente”, afirmó. “Tiene buen gusto y apoya películas innovadoras y muy bien hechas”.
En los años transcurridos desde entonces, la audiencia coreana ha crecido en diversidad, y los espectadores de mayor edad van al cine más a menudo que antes.

Y está claro que gracias a grandes éxitos como “Tren a Busan”, y también mediante pequeñas obras independientes como “Sin vergüenza”, el cine juega un papel importante en los debates culturales del país.

El director Lee Joon-ik y las estrellas de su película “The Throne”(aka “Sado”) saludan a la audiencia en un evento al aire libre del 20ºBIFF, celebrado del 1 al 10 de octubre de 2015.

Una historia personal
Cuando me trasladé por primera vez a Corea, en 1997, apenas sabía nada sobre el cine coreano. Pocas semanas después de llegar asistí al 2º Festival Internacional de Cine de Busan, y quedé abrumado y emocionado por el entusiasmo de la audiencia. Desde entonces he asistido a todas las ediciones del festival, y me he dedicado a construir una carrera basada en escribir y enseñar sobre cine coreano. A veces la gente me pregunta cuál fue la película que me inspiró para centrarme en el cine coreano; pero la verdad es que lo que más me entusiasmó fue la cultura cinematográfica que experimenté en Busan, y las animadas conversaciones sobre cine que tuvieron lugar a mí alrededor, en vez de una película en particular.
Del mismo modo, la gente puede preguntarse cómo el cine coreano contemporáneo se ha vuelto tan dinámico, pero creo que necesitamos mirar más allá de las películas y los cineastas. La base de todo es la fuerte cultura cinematográfica de Corea. En la mayoría de los casos, una fuerte cultura cinematográfica finalmente llevará a producir películas locales potentes. Es por eso que la cultura cinematográfica es tan importante y necesita ser defendida.

Darcy PaquetCrítico de Cine
Ahn Hong-beomFotógrafo

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