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2019 SPRING

REPORTAJE ESPECIAL:El camino a la modernización - Corea a principios del siglo XX

Jeongdong: Cuna de esperanza para un estado moderno

Situado en el corazón de Seúl, Jeongdong (a.k.a. Jeong-dong) fue cuna del Imperio Coreano y primer hogar de legaciones occidentales, misioneros cristianos y asesores técnicos. Dicho enclave se convirtió en un escaparate de la modernización occidental que el emperador coreano intentó emular. Sin embargo, la invasión imperialista de Japón aplastó sus sueños de crear un estado independiente fuerte. El imperio terminó en 1910, tan solo 13 años después.

The throne hall of Deoksu Palace is surrounded by traditional palace halls and Western-style buildings erected in the early 20th century. In 1897, Gojong, the 26th monarch of the Joseon Dynasty, proclaimed the Korean Empire at this palace and carried out active diplomacy, but in 1910 the nation lost its sovereignty. © Deoksugung Palace Management Office

Corea abrió sus puertas a Occidente en la década de 1880 y Jeongdong cambió para siempre. Tradicionalmente, los funcionarios del palacio y la nobleza se ubicaban en barrios próximos al rey, que residía en el Palacio de Gyeongbok. Del mismo modo, los enviados de países occidentales se dirigieron a Jeongdong, ansiosos por establecer conexiones con la corte real.

El estadounidense Lucius Harwood Foote fue el primero en llegar. En 1882, Corea y los Estados Unidos firmaron un Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación (a.k.a. Tratado de Shufeldt), y Washington envió a Foote para establecer una legación estadounidense. Lo hizo en 1884, comprando una casa recién construida en Jeongdong a una familia aristocrática. Pronto le siguieron sus homólogos británicos, rusos y franceses. Construyeron lujosos edificios de estilo occidental que proyectaban su riqueza y poder, a diferencia de la humilde compra de Foote, una casa tradicional coreana. Ese pequeño hanok, ubicado en las instalaciones de la actual residencia del embajador de los EE. UU., aún se mantiene como una de las propiedades en el extranjero más antiguas del Gobierno de los EE. UU.

Transformado en una colmena de actividad diplomática, Jeongdong fue apodado como “Barrio de la Legación” o “Calle de las Legaciones”. Pronto aparecieron hoteles y tiendas para atender al cuerpo diplomático y a sus visitantes. De hecho, la mayoría de los extranjeros que se mudaban a Seúl se establecieron en Jeongdong, transformando el carácter del barrio.

Los recién llegados incluían misioneros cristianos. Al lado de la legación estadounidense, se establecieron las oficinas centrales de la Iglesia Presbiteriana y Metodista de Estados Unidos, a las que pronto seguirían modernos hospitales y escuelas misioneras como Pai Chai Hakdang, Ewha Haktang y Kyungshin School, precursoras de las prestigiosas escuelas actuales. Especialmente notable fue el esfuerzo concertado de los misioneros para educar a las niñas en un momento en que el sistema escolar coreano las excluía.

King Yeongchin (center, front row), the last crown prince of Joseon, poses with high-ranking officials at Seokjojeon (Hall of Stone) in this photo dated 1911. The neo-classical building was where Emperor Gojong received foreign envoys. It was turned into an art museum after Japan’s annexation of Korea. © National Palace Museum of Korea

Foreign heads of mission in Hanseong (old name of Seoul) pose in this photo taken in 1903 after a meeting at the U.S. Legation at the invitation of Minister Horace N. Allen (fourth from right). The U.S. Legation was the first foreign legation set up in Jeongdong.

Rediseñar el Estado
En 1897, el rey Gojong proclamó la fundación del Imperio Coreano (Daehan Jeguk). Esa declaración refundaba a Corea como estado independiente bajo el derecho internacional, cortando así la relación tributaria de la nación con China. También finalizó la Dinastía Joseon, que había gobernado Corea desde 1392 y caído en un deterioro irreparable. El rey, de 45 años, llamó a la era “Gwangmu”, literalmente “guerrero brillante”, y cambió su título por el de Emperador de Gwangmu. Esperaba que la nueva dinastía condujera a un estado próspero y moderno que venciera a las presiones chinas, japonesas y rusas desde la soberanía de Corea.

Gojong también decidió remodelar el Palacio Gyeongun, en Jeongdong, y convertirlo en un nuevo palacio imperial. Tras auto designarse como gobernante iluminado, promovió con entusiasmo la arquitectura occidental para expresar, mediante su palacio, su determinación de modernizar el país. La sala del trono de estilo coreano, Junghwajeon (Sala de la Armonía Central), continuó siendo un símbolo de la autoridad tradicional, mientras que los edificios de estilo occidental de nueva planta representaban la moderna transformación del país.

Entre los nuevos edificios estaba Jungmyeongjeon (Sala del Gran Brillo), construido en la parte trasera de los terrenos del palacio y adyacente a la legación estadounidense. Originariamente era un edificio de una sola planta de estilo occidental que servía como biblioteca real, pero fue reconstruido dos veces como estructura de ladrillo de dos pisos por los incendios, y finalmente se convirtió en la vivienda del emperador después de 1904.

La ayuda de las potencias mundiales que obtuvo el emperador Gojong cuando se mudó a Jeongdong para centrarse en la diplomacia nunca se concretó.

A photo of Emperor Gojong from “Photo Album of the Yi Royal Family,” published in 1920. The photo shows the emperor with his hair cut short, removing his topknot, after his forced abdication and the ascension of his son, Sunjong, to the throne in 1907. © Seoul Museum of History

Otra incorporación de dos pisos fue Dondeokjeon (Sala de Promoción de la Virtud). Fue construido en 1901 para recibir a los invitados extranjeros durante una ceremonia pensada para conmemorar el 40 aniversario del Emperador Gojong. La ceremonia finalmente fue cancelada pero el edificio, que combina estilos gótico y renacentista, fue ampliamente usado como lugar de reunión del emperador con los dignatarios extranjeros, y también para banquetes a los que asistían sus más altos cortesanos vestidos de frac.

Seokjojeon (Sala de Piedra) es la mayor estructura de estilo occidental que conserva el palacio. Dos británicos fueron decisivos para su construcción: John McLeavy Brown, otrora asesor financiero del emperador, propuso el edificio, y J. R. Harding, un ingeniero que había trabajado en Shanghái, recibió el encargo de diseñarlo. Concibió algo grande, de aspecto neoclásico. Aunque las arcas de palacio eran insuficientes, el emperador Gojong albergaba grandes esperanzas en que el edificio se convirtiera en símbolo de la modernización del país. Después de 10 años, la construcción del edificio finalizó en junio de 1910, dos meses antes de la anexión de Corea por parte de Japón.

El Imperio coreano también se embarcó en otros grandes proyectos de desarrollo. Intelectuales y funcionarios fueron cada vez más conscientes de la modernización que acometían otros países, y comprendieron que Corea llegaba tarde a la Revolución Industrial. Yi Chae-yeon, magistrado jefe de Hanseong (antiguo nombre de Seúl), quien había servido en la legación coreana en Washington D.C., elaboró un plan maestro de desarrollo urbano, tomando la capital de los Estados Unidos como modelo.

Hanseong Electric Co., establecida con fondos privados del Emperador Gojong, emprendió proyectos de infraestructuras básicas, tales como una red eléctrica, líneas telefónicas y de agua, así como servicio de tranvía.

El primer tranvía, desde Seodaemun en el oeste hasta Cheongnyangni en el este, fue inaugurado en 1899. Era el segundo tranvía en Asia después del de Kioto, en Japón. Posteriormente, en 1900, se instalaron farolas a lo largo de Jongno, una de las principales vías de la ciudad, iluminando la noche.

Esfuerzos diplomáticos
Desde el momento en que comenzó a trazar medidas de iluminación en la década de 1880, Gojong estaba listo y deseoso de adoptar la civilización occidental y recibir información de misioneros, diplomáticos y otros viajeros. Introdujo el teléfono y la electricidad en palacio, y se regocijó con hábitos occidentales, como beber café y champán. Cuando se reunía con enviados extranjeros, usaba un uniforme de estilo prusiano y organizaba banquetes de corte occidental y cenas formales de estilo francés.

Para entretener a los invitados extranjeros en palacio, Gojong contrató a Antoinette Sontag, la cuñada de Karl Waeber, el primer cónsul general ruso en Corea. En un terreno otorgado por el emperador, esa mujer rusa de origen alemán construyó y regentó el Hotel Sontag. Para continuar con sus políticas de modernización, Gojong también contrató a unos 200 extranjeros, para que prestaran servicios como asesores a los ministerios del gobierno y como técnicos para sus proyectos de infraestructura y transporte. Los consultores extranjeros introdujeron sistemas occidentales, pero lo hicieron promoviendo los intereses de sus propios países. Muchos de ellos vivían en Jeongdong como vecinos de diplomáticos y misioneros, aumentando la nueva mezcla de esa primigenia comunidad extranjera en Seúl.

El Imperio coreano realizó un decidido esfuerzo por convertirse en integrante de la comunidad internacional, y la zona de Jeongdong, oficial y extraoficialmente, se convirtió en centro de actividades diplomáticas. Tras enviar al primer diplomático residente a Washington D.C. en 1887, el Imperio coreano envió ministros extraordinarios y plenipotenciarios a otras naciones europeas como Rusia, Francia, Inglaterra y Alemania, y estableció legaciones en esos países. Además, el emperador Gojong envió a Min Yeong-hwan, un cercano colaborador, como enviado especial a la ceremonia de coronación de Nikolai II de Rusia en 1896, y a la ceremonia de conmemoración del 60 aniversario de la reina Victoria de Gran Bretaña en 1897.

En cuanto a las convenciones internacionales, el Imperio coreano se convirtió en país miembro de la Unión Postal Universal en 1899 y en firmante de la Convención de Ginebra en 1903. Sin embargo, quedó al margen de la primera Conferencia de Paz de La Haya en 1899, donde los representantes de los 26 estados integrantes se reunieron para encontrar soluciones pacíficas a los conflictos internacionales. En febrero de 1902, Corea presentó una solicitud de membresía bajo el nombre de Imperio Coreano, preparando el terreno para luchar contra los abusos de Japón contra su soberanía nacional.

Poco antes del estallido de la guerra ruso-japonesa en 1904, el Imperio coreano envió cartas a las principales potencias mundiales declarando su neutralidad mediante un enviado especial a Zhifu, China, en un intento de evitar la incesante vigilancia japonesa de sus actividades diplomáticas. Sin embargo, los esfuerzos resultaron en vano, pues cuando Japón declaró la guerra a Rusia, envió miles de tropas a Corea, comenzando la ocupación militar ilegal del país.

La comunidad internacional hizo la vista gorda ante la violación del derecho internacional por parte de Japón. De hecho, Japón recibió el apoyo de Gran Bretaña y de Estados Unidos gracias a la segunda Alianza Anglo-Japonesa y al llamado Acuerdo Taft-Katsura, que protegía los intereses de los respectivos países en China y Corea. El presidente de EE. UU. Theodore Roosevelt negoció un acuerdo de paz entre Rusia y Japón, y posteriormente se convirtió en el primer estadounidense en recibir el Premio Nobel de la Paz. Pero el acuerdo no contemplaba la presencia japonesa en Corea y por tanto Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia reconocieron efectivamente los derechos reclamados por Japón sobre el Imperio coreano.

En 1905, recién salido de la derrota de Rusia y convertido en nueva potencia global, Japón obligó al Imperio coreano a firmar un tratado de protectorado. El emperador Gojong se negó a aprobarlo y a firmar hasta el final, pero amenazados por Ito Hirobumi, cinco de los ocho ministros del gabinete de Corea finalmente sellaron el tratado. Según el derecho internacional, el tratado era nulo porque fue impuesto a la fuerza. No obstante, Japón se apresuró a anunciar el acuerdo al mundo e hizo del Imperio coreano su protectorado.

Jungmyeongjeon (Hall of Grand Light) was built in 1899 as the imperial library but from 1904 it served as Emperor Gojong’s office and living quarters. The Japan-Korea Protectorate Treaty of 1905 was signed here. It currently stands outside the western walls of Deoksu Palace.

A photo of Jungmyeongjeon from “History of Deoksu Palace,” a book written by Japanese colonial historiographer Oda Shogo and published in 1938. The hall went through major renovations after a fire in 1925. © Korea Creative Content Agency

Robo de soberanía
Poco después de firmar el tratado de protectorado, Willard D. Straight, vicecónsul de la legación estadounidense, vio a los soldados japoneses posicionarse frente a Jungmyeonjeon, edificio que albergaba la vivienda del Emperador Gojong. Estados Unidos fue el primer país en cerrar su legación en Corea, y cuando otras potencias extranjeras conocieron la noticia, tampoco dudaron en retirarse. Francia, un aliado militar de Rusia, fue el último en cerrar sus puertas en el Barrio de la Legación.

La ayuda de las potencias mundiales que obtuvo el emperador Gojong cuando se mudó del palacio imperial a Jeongdong para centrarse en la diplomacia nunca se concretó, y tuvo que enfrentar la amarga realidad de que las naciones poderosas y avanzadas no siempre protegerían la independencia y la soberanía de las naciones débiles e inocentes.

Impertérrito, el emperador Gojong continuó con sus esfuerzos para persuadir a la comunidad internacional. Con la ayuda de Horace N. Allen, médico y misionero que había servido como ministro estadounidense en Corea, Gojong solicitó la intervención estadounidense en los temas de la península coreana, pero no obtuvo respuesta. Posteriormente, a través de Homer B. Hulbert, un misionero y educador estadounidense recién llegado a Corea, intentó enviar cartas escritas a mano a Austria, Bélgica, Gran Bretaña, China, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Rusia y los Estados Unidos, pero sus jefes de Estado no querían involucrarse en las ambiciones territoriales de Japón. En resumen, se ignoró el argumento de que el Tratado Protectorado Japón-Corea de 1905 carecía de validez según el derecho internacional porque fue firmado bajo coacción. También intentó en vano apelar ante la Corte Permanente de Arbitraje en La Haya.

En un último esfuerzo, el emperador Gojong decidió enviar a tres colaboradores cercanos, Yi Sang-seol, Yi Wi-jong y Yi Jun, a la segunda Conferencia de Paz de La Haya, donde representantes de 44 países se reunieron de junio a octubre de 1907. La misión no había sido anunciada y los emisarios se deslizaron a Rusia secretamente para dirigirse a La Haya. Pero les fue impedido el acceso a la conferencia y tuvieron que trasladar su petición de intervención internacional mediante periodistas de todo el mundo que habían ido a cubrir el evento. Sin embargo, las potencias mundiales nuevamente ignoraron la difícil situación del Imperio coreano.

Para reprender al Emperador Gojong por esa misión secreta, Japón le obligó a abandonar el trono un mes después de comenzar la Conferencia de Paz de La Haya. Su abdicación no deseada a favor del príncipe heredero, más tarde conocido como Sunjong, tuvo lugar en Jungmyeongjeon. El nuevo emperador fue trasladado al Palacio de Changdeok y el destituido permaneció en el Palacio de Gyeongun, donde vivió confinado hasta su muerte, el 21 de enero de 1919. Tras sospechar que unos agentes japoneses le habían envenenado, cinco semanas más tarde, el Movimiento Primero de Marzo, una de las primeras manifestaciones de resistencia pública masiva en Asia contra la ocupación japonesa, entró en erupción.

The winding byway along the stone walls of Deoksu Palace has a special, quiet ambience in the middle of bustling Seoul. The left side shows the wall around the palace’s rear compound while the right side shows the U.S. ambassador’s residence. © Getty Images

La caída del emperador
Privado de su dueño y saqueado, el Palacio Gyeongun, ahora renombrado como Palacio Deoksu, sufrió un sistemático desmantelamiento. Sólo Junghwajeon y Seokjojeon se salvaron. Con la soberanía y la dignidad del Imperio coreano diezmadas sin piedad, la era de Jeongdong llegó a su fin en 1910, cuando Corea fue anexionado formalmente a Japón.

Así, Jeongdong se ha convertido en un acogedor remanso de soledad entre la cacofonía que circunda el Ayuntamiento de Seúl, al otro lado de la calle, mientras que las otras estructuras de palacio que quedan del breve Imperio coreano, invocan a los amantes de la historia y la arquitectura. Jeongdong-gil, la estrecha y sinuosa calle de adoquines, sombreada por árboles de ginkgo y flanqueada por la muralla del palacio, invita a los peatones a trasladarse a otra época. En 1999, el Gobierno Metropolitano de Seúl designó ese camino como la primera “Calle hermosa para pasear”.


Tapgol Park: trampolín para la independencia

Hace un siglo, el primer parque público de Seúl fue un hervidero de disidencia política y se convirtió en trampolín del Movimiento Primero de Marzo contra el dominio colonial japonés, un hito en la lucha de Corea por la soberanía y el republicanismo democrático.

A scene from the funeral procession of Emperor Gojong, who passed away on January 21, 1919. As the rumor spread that he had been poisoned by Japanese agents, his death ignited the March First Movement, a nonviolent struggle to regain independence from Japanese rule.

A commemorative photo of the Korean Empire Military Band with Franz Eckert (center in the front row, wearing a fedora) after a performance at the octagonal pavilion of Tapgol Park in 1902. © Korea Creative Content Agency

Ubicado en el centro de Seúl, el Parque Tapgol se convirtió en podio para los ciudadanos descontentos a finales del siglo XIX. De hecho, las reformas sociales dieron voz a todos los marginados de la sociedad tradicional coreana, incluidos los carniceros. Después de transmitir sus quejas y deseos, los oradores subrayaron su fervor marchando hasta la puerta principal junto al Palacio de Gyeongun para presentar apelaciones por escrito. Pero todo terminó cuando Japón colonizó y anexionó Corea por la fuerza entre 1905 y 1910.

En 1919, la resistencia contra el régimen militar de facto de Japón en Corea alcanzó su punto de ebullición. El 1 de marzo, la Declaración de Independencia de Corea, en gran parte obra de activistas estudiantiles, fue leída por primera vez en público en el Parque Tapgol y se produjeron manifestaciones a nivel nacional. Aunque no fueron violentas, los militares japoneses reaccionaron con arrestos masivos y asesinatos, aplastando la disidencia en dos meses. Sin embargo, el movimiento sembró las semillas de un gobierno provisional coreano e inspiró revueltas populares en otros países asiáticos bajo ocupación colonial.

Un espacio abierto al público
El rey Gojong imaginó un parque público como parte de la campaña de reforma urbana que comenzó en 1896. Su asesor financiero, el irlandés del norte John McLeavy Brown, convirtió casi dos hectáreas del antiguo Templo Wongak en el primer parque de estilo occidental de Seúl, casi con el cambio de siglo. Ese lugar compacto, rodeado de casas sencillas, se llamaba Pagoda Park, en reconocimiento a la pagoda de mármol de 10 niveles del templo, designada como Tesoro Nacional N° 2, que aún perdura en el parque hoy en día. En 1991, dicho enclave se convirtió oficialmente en Tapgol Park; mientras tapgol significa “pueblo con pagoda”.

Enmarcado en los preparativos para conmemorar el 40 aniversario del reinado del monarca, en 1902 un pabellón octagonal fue instalado en el parque y acogió el primer concierto público de una orquesta de estilo occidental en Corea, y también la primera lectura pública de la Declaración por la Independencia de Corea el 1 de marzo de 1919.

El compositor alemán Franz Eckert creó dicha orquesta por invitación del Imperio Coreano, tras haber realizado tareas similares en Japón. Eckert llegó a Seúl a principios de 1901 y formó una orquesta de músicos militares con capacidad de tocar instrumentos occidentales. Regularmente, en dicho parque interpretaban música occidental para la comunidad extranjera que poblaba el distrito de Jongno en torno al parque.

Al año siguiente, Eckert entregó el himno nacional del Imperio coreano: “Daehan Jeguk Aegukga”. Con una escala de música y ritmos occidentales y letras en coreano, fue interpretado por primera vez el 9 de septiembre de 1902, durante la celebración del cumpleaños del Emperador Gojong. El himno se interpretaba en días festivos nacionales, en eventos de la corte imperial y en escuelas de todos los niveles. Junto con la bandera nacional, llamada Taegeukgi, el himno sirvió para inspirar el patriotismo. Por su esfuerzo Eckert recibió la Medalla Taegeuk del Imperio coreano y, tras su muerte en 1916, fue enterrado en el Cementerio de Misioneros Extranjeros Yanghwajin en Seúl.

La letra del himno decía: “Que Dios ayude a nuestro emperador a ejercer su autoridad sobre el mundo por mucho tiempo”. Cuando Japón anexó Corea en 1910, fue prohibido y reemplazado por el himno nacional japonés que Eckert arregló en 1880. Pero entre los combatientes por la independencia que se refugiaron en lugares de todo el mundo, como Hawái, Rusia y China, el himno del Imperio de Corea continuó siendo interpretado, aunque con letras y melodías ligeramente modificadas en cada lugar.

The Declaration of Independence is a statement signed by 33 representatives of the Korean people proclaiming independence from Japanese rule. The statement was read at midday on March 1, 1919, at Tapgol Park, sparking nationwide protests against Japan. © Independence Hall of Korea

Preludio del funeral real
El 21 de enero de 1919, el emperador Gojong falleció repentinamente a la edad de 67 años. En los años previos, el gobierno colonial japonés le obligó a abdicar y fue confinado en el Palacio Deoksu (antes Gyeongun). Los rumores de que fue envenenado por los colonizadores japoneses circularon ampliamente, ganando aceptación. Ciudadanos de todo el país se reunieron en Seúl para expresar sus condolencias en el funeral, programado el 3 de marzo.

El 1 de marzo, el día del ensayo del traslado del féretro funerario, Han Wi-geon, un estudiante de la Escuela de Medicina de Gyeongseong, se acercó a la plataforma octagonal del Parque Tapgol y, como representante estudiantil, leyó en voz alta la Declaración de Independencia. Miles de estudiantes universitarios y de escuelas secundarias públicas y privadas salieron a las calles para manifestarse contra los japoneses. La multitud de dolientes, reunida en la puerta principal del Palacio Deoksu, se unió a los estudiantes y juntos gritaron “Daehan dongnip manse”, que significa “¡Viva la independencia de Corea!”

Eso marcó el inicio a nivel nacional del Movimiento Primero de Marzo, más conocido como Movimiento Manse Samil (1 de marzo), la mayor y más formidable protesta contra la ocupación japonesa. Originalmente planeada y dirigida por refugiados políticos y estudiantes que vivían en el extranjero, líderes religiosos y otros intelectuales, el movimiento se convirtió en una protesta pública masiva de estudiantes y gente en general.

Una nueva página de la historia fue escrita en el parque Tapgol. La gente común, liberada del yugo de una sociedad de clases y dando los primeros pasos para convertirse en ciudadanos modernos, se había reunido para protestar contra el gobierno japonés y exigir la independencia del país. En abril de 1919, como resultado de este movimiento, fue establecido el Gobierno Provisional de la República de Corea en Shanghái, China, y promulgó una constitución para el republicanismo democrático, piedra angular de la nueva República de Corea en 1948.



Gunsan y la modernización colonial

Durante el periodo colonial, Japón utilizó el puerto de Gunsan para enviar el arroz producido en la región de Honam, el granero de Corea. Así, Gunsan se convirtió en víctima de la explotación económica japonesa y también –paradójicamente- en símbolo de modernización.

Gunsan fue una elección natural para el envío de arroz saliente durante el período colonial. El puerto se encuentra en la orilla del río Geum, ligeramente aguas arriba de su apertura hacia el Mar Amarillo, donde los fértiles campos se extienden por el transcurso de un hermoso afluente. La exportación de arroz coreano a Japón comenzó en la Dinastía Joseon bajo el Tratado de Ganghwa (también llamado Tratado Japón-Corea) de 1876, el primero de una serie de tratados desiguales que Corea se vio obligado a firmar. El Tratado de Ganghwa permitió la salida ilimitada y libre de impuestos de arroz y otros granos. El gobierno de Joseon, al comprender tardíamente la gravedad de la situación, logró revisar el tratado para prohibir la exportación de granos, pero Japón siguió poniendo trabas y exigiendo compensaciones.

Durante el plazo de 30 años transcurrido entre la apertura de los puertos coreanos en virtud de ese tratado, y durante el inicio del periodo colonial, el comercio entre Corea y Japón consistía principalmente en arroz coreano y tela de algodón japonesa. Gran parte de la tela de algodón hecha a máquina, fabricada en las nuevas regiones industrializadas de Japón, terminó en Corea. En tanto el arroz exportado de Joseon era considerado como provisiones baratas para los trabajadores de las fábricas de Japón.

A tower of 800 sacks of rice marks the start of construction of the third port at Gunsan harbor in 1926. The project continued through 1933, resulting in three granaries capable of holding 250,000 sacks of rice. © Gunsan Modern History Museum

Saqueo de arroz
Bajo la estructura comercial, Corea degeneró en un almacén de alimentos para Japón y en un mercado para productos comerciales japoneses, provocando una escasez crónica de arroz en Corea que elevó drásticamente el precio del arroz.

Habiendo comerciado con el arroz futuro durante la temporada de escasez en primavera a precios injustificadamente bajos, los agricultores se encontraron sin nada que comer, incluso cuando llegó el momento de la cosecha. A medida que aumentaba el precio de los bienes, la vida se hacía más difícil para los granjeros y comerciantes pobres y también para los pobres urbanos. Así, el Levantamiento Campesino Donghak de 1894 comenzó en las provincias de Honam o Jeolla, y se extendió por todo el país, instigado en parte por el saqueo de arroz coreano por parte de Japón, y por la ruina económica de los agricultores tras las forzadas aperturas de los puertos. En sus protestas, los agricultores exigían que se prohibiera el comercio a los mercaderes.

El Imperio coreano abrió el puerto de Gunsan en 1899 con la esperanza de aumentar los ingresos aduaneros. Gunsan tenía un granero del gobierno durante el periodo de Joseon y el puerto servía como centro de envío para el grano cultivado en Honam, a medida que el gobierno perseguía la industrialización para lograr la prosperidad económica y la creación de un ejército fuerte.

Con la apertura de puertos, comisionistas y compañías comerciales prosperaron en Gunsan. El gobierno otorgó una licencia especial a comisionistas y otros comerciantes, que pagaban impuestos a la familia imperial a cambio de concesiones operativas que les permitieron ser modernas empresas comerciales. Así, agentes y comerciantes se convirtieron en fuente para los cofres gubernamentales.

Sin embargo, después de la guerra ruso-japonesa de 1904-1905, cuando las ambiciones de Japón en Corea y el saqueo del país se hicieron más evidentes, el Imperio coreano suspendió sus esfuerzos de modernización. Cuando Japón estableció su residencia general en Corea, los japoneses comenzaron a llegar al país en gran número. Los agentes de la comisión y otros comerciantes de Gunsan formaron cooperativas o compañías para defenderse de los comerciantes japoneses, pero no pudieron igualar su fortaleza. Después de la anexión de Corea a Japón en 1910, el Gobierno japonés se hizo cargo de las agencias comerciales y prohibió las empresas coreanas en Gunsan.

La tierra próxima a Gunsan y las cuencas de los ríos Geum, Mangyeong y Dongjin fueron entregadas a los japoneses. El arroz que cultivaban convergía en Gunsan para ser enviado a Japón. En 1914, representaba un 40,2 por ciento de las exportaciones de arroz de Corea, seguido por Busan con un 33,5 por ciento, y por Incheon con un 14,7 por ciento, según estadísticas del gobierno general japonés.

En un momento dado, el 80 por ciento de todos los terrenos de la zona de Gunsan pasó a ser propiedad de los japoneses. Las muchas fincas japonesas fueron financiadas por grandes capitales de compañías como Fujimoto, Okura y Mitsubishi. Su objetivo era obtener ganancias, mientras que los aparceros coreanos realizaban el trabajo.

Workers carry rice at Gunsan harbor in this photo from the 1910s. Japan exploited Korean workers and plundered rice through the sharecropping system. Gunsan Port, opened in 1899, served as the main shipping port of rice grown in the fertile Honam region.© Gunsan Modern History Museum

In the old city center of Gunsan, where some 10,000 Japanese lived during the colonial period, more than 100 Japanese-style houses from that time remain. Many of those houses have been turned into cafés or tourist accommodations. They are popular as movie locations. © yeomirang

Trazas de la modernización
Por otro lado, Gunsan se convirtió en símbolo de la modernización. En los primeros años, construyeron una moderna red de transporte para acelerar los envíos de arroz a Japón. La primera carretera asfaltada de Corea apareció en 1908 entre Jeonju y Gunsan, y en 1912 llegó un ferrocarril que unía Iksan y el puerto de Gunsan. Esta línea de ferrocarril tenía estaciones en todas las granjas de propiedad japonesa antes de llegar a Gunsan, donde había un muelle flotante para lidiar con las mareas altas de la costa occidental de Corea. Cerca del puerto, los molinos pulían el arroz para satisfacer los paladares japoneses, y también aparecieron cervecerías.

Gunsan aún conserva muchos retazos de ese desarrollo bajo el dominio japonés, lo que convierte a toda la ciudad en una especie de museo de historia moderna. Entre las estructuras remanentes, se encuentran las lujosas casas que una vez fueron propiedad de los japoneses, el Templo japonés de Dongguk y los edificios que albergaban el Banco de Joseon y el Banco Dieciocho, operados por Japón.

Suh Young-heeProfesor de Historia Moderna, Universidad Politécnica de Corea

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