Tras el acuerdo de armisticio que detuvo a la Guerra de Corea y estableció la Línea de Demarcación Militar que separa a las dos Coreas, las tropas estadounidenses se quedaron en el Sur. La presencia militar de Estados Unidos dio lugar a una floreciente industria de entretenimiento en vivo para esos militares lejos de sus casas. Los músicos coreanos que destacaron en los “espectáculos del Octavo Ejército” más tarde fueron tendencia y brillaron como pioneros de la música popular coreana.
La estrella de Hollywood, Marilyn Monroe, actúa para las tropas estadounidenses y de la ONU estacionadas en Corea del Sur en febrero de 1954. Durante su visita de cuatro días, Monroe ofreció 10 actuaciones en campamentos por todo el país, incluidos Seúl, Dongducheon, Daegu y el condado de Inje. Desafiando temperaturas bajo cero, subió al escenario con un ajustado vestido de tirantes y deslumbró al público. © gettyimages
La popularidad global del K-pop más allá de Asia ha generado ciertas reflexiones. ¿Qué ha llevado al K-pop a ser tan inmensamente popular en todo el mundo? ¿Cuál es el potencial cultural de un país que produce una música de tanto impacto? ¿Cómo evolucionó esa música hasta convertirse en lo que es hoy? La pregunta esencial, sin embargo, probablemente sería sobre sus comienzos.
Comúnmente se piensa que el K-pop empezó en los espectáculos del Octavo Ejército de los EE. UU. que surgieron en Corea en la década de 1950. Desde esta perspectiva, podría decirse que la música popular contemporánea coreana se vio fuertemente influida por la música popular estadounidense que llegaba al país a través de estos espectáculos. A su vez, eso dio lugar a audiciones abiertas para descubrir nuevos talentos, y a agencias profesionales de gestión del entretenimiento.
Si bien esa afirmación no resulta del todo infundada, quizá sea excesivamente simple. Hay un salto de 30 años entre los shows de campamento del Ejército de los EE. UU. y el K-pop actual, y el recorrido de la música popular coreana durante esos años es tan importante como el cambio que esos espectáculos trajeron a la escena de la música pop de Corea.
Presencia de tropas americanas
El siglo XX estuvo salpicado de guerras y de esfuerzos que movilizaron tropas y recursos masivos. A principios del siglo XX, los gobiernos comenzaron a ofrecer entretenimiento militar para elevar la moral y el espíritu patriótico de sus militares. El gobierno de los EE. UU. estableció planes para llevar entretenimiento en vivo a los soldados en el frente durante la Primera Guerra Mundial, planes que finalmente se concretaron durante la Segunda Guerra Mundial mediante la Organización de Servicio Unido (USO), una entidad sin ánimo de lucro. Durante y después de la Guerra de Corea, grandes nombres del entretenimiento estadounidense, como Marilyn Monroe, Louis Armstrong y Nat King Cole, por citar algunos, visitaron Corea del Sur en giras coordinadas por la USO.
En realidad, la industria del entretenimiento coreana ya había comenzado a atender a los militares estadounidenses estacionados en el país. Tras la liberación de la nación del dominio japonés en 1945, se estableció temporalmente un gobierno militar de EE. UU. en Corea. El 24º Cuerpo del Ejército administraba la mitad sur de la península, creando demanda de entretenimiento en vivo para sus campamentos en todo el país. Entonces había un buen número de compañías locales de espectáculos y artistas en Seúl que llevaban activos desde el periodo colonial. Por lo general, para actuar en los espectáculos del Ejército de los EE. UU. debían esperar en sus oficinas o en una cafetería hasta ser llamados. La mayoría conocía bien la música popular occidental y géneros como el Latin, la Chanson y el Jazz, que penetraron en los centros urbanos coreanos en la década de 1920.
En los primeros shows de campamento del ejército estadounidense, el más demandado era Kim Hae-song (también conocido como Kim He-szong) y su banda KPK. Kim era muy conocido por ser esposo de la cantante Lee Nan-young y padre de Sook-ja “Sue” Kim y Aija Kim, dos de las tres integrantes de las Kim Sisters. Kim comenzó su carrera como cantante y compositor en 1935 y logró fama como uno de los mejores músicos de jazz de Corea. Por tanto, sería apresurado decir que los espectáculos del Octavo Ejército de EE. UU. fueron el único canal por el que la música pop estadounidense llegó a Corea.
Los shows de los clubs de campamento realmente despegaron cuando la base del Octavo Ejército de los EE. UU. fue reubicada de Japón a Yongsan, Seúl, y las Fuerzas de los Estados Unidos en Corea (USFK) se establecieron en 1957. Habilitaron campamentos del ejército por todo el país, incluido Yongsan en Seúl, Pyeongtaek y Dongducheon, en la provincia de Gyeonggi, y Daegu en la provincia de Gyeongsang del Norte. Los clubes de militares estadounidenses brotaron alrededor de esos campamentos; y a mediados de la década de 1950, el número de estos clubes en las cercanías de Seúl y la zona desmilitarizada supuestamente ascendía a 264. La creciente demanda de entretenimiento en vivo en esos establecimientos ya no podía satisfacerse solo con espectáculos esporádicos de artistas coreanos o celebridades invitadas de Estados Unidos.
Shows de estilo americano
Al aumentar la demanda, los “espectáculos del Octavo Ejército” se sistematizaron cada vez más y consiguientemente aumentó la oferta. La primera agencia local de entretenimiento, Hwayang, abrió sus puertas en 1957, seguida de Universal y Gongyeong. Estas empresas emplearon un estructurado enfoque para gestionar y capacitar talentos, preparar audiciones y organizar eventos de música en vivo. Mientras que las compañías de espectáculos previas realizaban espectáculos militares y eventos domésticos, estas agencias se centraron especialmente en los sitios del Octavo Ejército. En un país devastado por la guerra, los espectáculos en los clubes de campamento de los EE. UU. fueron un “premio gordo” que garantizó enormes ganancias. A principios de la década de 1960, las fuerzas armadas de los EE. UU. en Corea (USFK) desembolsaban un promedio de 1,5 millones de dólares anuales a los artistas locales, monto que excedía el valor de las exportaciones anuales totales del país, que rondaban 1 millón de dólares. Las agencias de entretenimiento crecieron rápidamente y hasta un artículo periodístico de 1962 explicó sobre cómo estas compañías creadas por “showman vagabundos” se habían expandido hasta comandar 1.000 artistas de 25 compañías y 60 bandas.
La competencia aumentó a medida que más y más artistas buscaban oportunidades en el circuito de los campamentos estadounidenses. Cada tres o seis meses había audiciones abiertas frente a jurados estadounidenses enviados por el Departamento de Defensa de los EE. UU., y la preparación para esas audiciones era parte crucial de las actividades de las agencias locales de entretenimiento. A los candidatos se les asignaban calificaciones que determinarían su paga y los espectáculos que podrían hacer. Aquellos que lograban AA tenían garantizado un alto nivel de ingresos, mientras que otros de grado inferior eran trasladados de un campamento a otro por las zonas rurales en la parte trasera de un camión militar. Obtener D era considerado como una calificación reprobatoria.
El ejército de los EE. UU. introdujo las audiciones para controlar la calidad de los espectáculos, pero sus requisitos sirvieron como reglas de facto para los artistas locales. Solo se promovían ciertos tipos de música, actuaciones, sonidos y modales, y todo lo demás estaba prohibido. La música y la creatividad de estilo coreano fueron rechazadas; y por el contrario, cuanto más se emulaba la música de estilo estadounidense, mayor era la recompensa. Una “buena pronunciación en inglés”, “la capacidad de transmitir emociones de forma natural y atractiva” y un “buen espectáculo” delineaban los criterios, y los artistas coreanos tuvieron que internalizar el entretenimiento estadounidense hasta cambiar sus técnicas y prácticas.
Aunque no podían interpretar su propia música, estos artistas coreanos se enorgullecían de su trabajo.
La música popular de estilo estadounidense que tocaban en los clubes del Ejército de los EE. UU. generalmente se percibía como urbana y refinada.
1.Kim Hae-song (1911-1950?) Actúa con su banda KPK, formada en 1945, poco después de la liberación del país del dominio japonés. Kim y KPK actuaban regularmente en los espectáculos del Octavo Ejército de los EE. UU., con canciones típicas coreanas estilo jazz. © Park Seong-seo
2.The Korean Kittens actúan para militares estadounidenses en el “Show de Navidad USO de Bob Hope” en Tan Son Nhat, Vietnam, 1966. Yoon Bok-hee (1946-; centro), líder del grupo formado en 1964, debutó a temprana edad en los espectáculos del Octavo Ejército de los EE. UU. y se convirtió en una gran estrella. © AP Photo by Horst Faas
3.Foto de Kim Hui-gap (1936-), famoso compositor que produjo múltiples éxitos a finales de los años sesenta. Comenzó su carrera como guitarrista en espectáculos del Octavo Ejército de EE. UU. al dejar la escuela secundaria en 1955.. © Kim Hyeong-chan
Talentos versátiles
Al principio, los espectáculos consistían principalmente en interpretar canciones populares de jazz y canciones coreanas con estilo jazz. Pero después de introducir el sistema de audiciones, los repertorios eran solo de música popular estadounidense, salvo algunas canciones asiáticas famosas, como el popular “Arirang” coreano o la canción pop japonesa “China Night”. Para pasar esas audiciones, los músicos debían aprender y practicar las últimas canciones pop estadounidenses que escuchaban en las máquinas de discos en las bases militares, la emisora de radio AFKN (American Forces Korea Network, hoy conocida como AFN Korea) y los arreglos de música o canciones estadounidenses que recoge “The Song Folio”. Así, los artistas coreanos se convirtieron poco a poco en “culturalmente estadounidenses”.
Los espectáculos del Octavo Ejército de los EE. UU. también se especializaron para satisfacer la demanda de diversos clubes para distintos clientes. Había algunos exclusivos para oficiales, suboficiales u hombres alistados; clubes de blancos y clubes de negros; clubes de servicio y clubes generales. Los clubes de servicio eran como grandes salas de conciertos, mientras que los clubes generales eran espacios más pequeños donde se permitía la venta de bebidas alcohólicas. Los estilos de música dependían de la audiencia: en clubes para oficiales donde la mayoría eran blancos y de más de 30, optaban por pop, semiclásico y jazz; mientras que en clubes que atendían a suboficiales y hombres alistados tocaban rock and roll, jazz, rhythm and blues y música country.
Los artistas coreanos tuvieron que convertirse en expertos en todos los géneros musicales, pues especializarse en uno concreto implicaba tener menos oportunidades. Esa era la naturaleza del circuito de espectáculos del Ejército de los EE. UU. al funcionar como una “especie de sustituto” de la cultura estadounidense, inspirando el patriotismo entre los militares y calmando su nostalgia. En consecuencia, los músicos locales debían convertirse en “jukeboxes humanas”: en rostros anónimos que transmitían los sonidos y la sensibilidad de una patria lejana. Para ir más allá de la mera imitación, necesitaban pasar a otra fase.
El apogeo de los espectáculos del Octavo Ejército duró de 1957 a 1965, cuando Estados Unidos redujo significativamente su presencia militar en Corea del Sur por la Guerra de Vietnam. Durante ese periodo, las tendencias de la música pop estadounidense pasaron del swing, del jazz y del pop estándar al rock and roll. Los espectáculos del Octavo Ejército rápidamente captaron la tendencia y ofrecían muchas versiones de Elvis Presley y The Beatles.
Crecimiento comprimido
Aunque no podían interpretar su propia música, estos artistas coreanos se enorgullecían de su trabajo. Los elevados salarios y la “avanzada” cultura estadounidense también les atraían bastante, y la música popular de estilo estadounidense que tocaban en clubes del ejército de los EE. UU. generalmente se percibía como urbana y refinada. Por otro lado, la música de teuroteu (trot) de cosecha propia, entonces popular en las zonas rurales y entre la clase trabajadora urbana, recibió el despectivo apodo de ppongjjak, una especie de onomatopeya para “ritmo simple de dos tiempos”. El estatus del trot cayó más aún cuando prohibieron “Lady Camelia” de Lee Mi-ja en 1965 por su estilo “teñido de japonés”. Por el contrario, la música popular de estilo estadounidense pasó a ser la tendencia principal a medida que las redes de televisión privadas, establecidas a mediados y finales de la década de 1960, reclutaron muchos artistas de los espectáculos del Octavo Ejército.
Esos espectáculos ayudaron a acortar el proceso de desarrollo de la música popular coreana, y la “modernización comprimida”, lema que simboliza el crecimiento de Corea, también se observa en la escena musical popular del país.
Las Kim Sisters sorprenden en Las Vegas
Zhang Eu-jeong Historiador musical y profesor, Facultad de Educación General, Dankook University
Número siete en la lista de singles de Billboard. Docenas de apariciones en los principales programas de televisión, como “The Ed Sullivan Show” y “The Dean Martin Show”. El primer grupo de chicas asiáticas que actúa en Las Vegas. Estas son algunas de las legendarias hazañas de las Kim Sisters, un trío femenino coreano que estuvo activo en la escena del entretenimiento estadounidense, unos 60 años antes de que BTS lograra un revolucionario éxito en Estados Unidos. El grupo estaba formado por las hermanas Sue y Aija Kim a las que acompañaba su prima Mia Kim. Los padres de Sue y Aija fueron el aclamado compositor Kim Hae-song y la famosa cantante Lee Nan-young, mientras que el padre de Mia era el hermano mayor de Lee, el compositor Lee Bong-ryong. Las hermanas Kim comenzaron su carrera en 1953 actuando en espectáculos para el Octavo Ejército de los EE. UU. para entretener a los militares estadounidenses estacionados en Corea del Sur. Pero no solo eran talentosas vocalistas y bailarinas, sino que tocaban gran variedad de instrumentos y, cosecharon tanto éxito entre las tropas estadounidenses, que fueron invitadas a actuar en Estados Unidos en 1959.
En 2016, centenario del nacimiento de Lee Nan-young, tuve ocasión de sentarme con la líder del grupo, Sue Kim, en Henderson, estado estadounidense de Nevada, donde actualmente reside. Este texto es una transcripción editada de esa entrevista.
The Kim Sisters en mayo de 1970, en un espectáculo de bienvenida en el Salón de los Ciudadanos de Seúl. En su primera visita a Corea en 12 años, durante cuatro días, lograron gran éxito. Desde la izquierda: Mia, Sue y Aija Kim. © Newsbank
¿Cómo formaron el grupo?
Fue mi madre. Después de que mi padre fue llevado a Corea del Norte en 1950 durante la Guerra de Corea, mi madre comenzó a hacer actuaciones en solitario en el escenario del Octavo Ejército para ganarse la vida. Pero resultaba demasiado agotador actuar sola, así que mi hermana mayor Yeong-ja y yo nos unimos a ella. Recuerdo que cantábamos canciones españolas mientras bailaba tap. Luego, cuando Yeong-ja sufrió un repentino brote de crecimiento, mi hermana menor Aija y mi prima Mia ocuparon su lugar. Así, las tres nos convertimos en las Kim Sisters.
¿Cuándo comenzó con las clases de música y qué aprendió?
Nuestro padre nos daba clases de música desde muy jóvenes. Tendría unos seis años. Mi padre aparecía de pronto como de la nada y gritaba: “¡Uno, dos, tres!” y los siete hermanos teníamos que cantar inmediatamente, en ronda o en armonía. Y no descartaba usar una vara si cometíamos un error. Pero nos amaba mucho y estaba muy orgulloso de nosotros. Siempre se jactaba ante sus amigos: “puede que no sea rico, pero mis hijos son mis activos”. Pese a todo, no era un padre cariñoso y fue muy estricto con nosotros. Aún recuerdo nítidamente cómo mi madre se opuso al método de enseñanza de nuestro padre, amenazando con marcharse.
Mi madre era muy distinta. Al prepararnos para los espectáculos del Octavo Batallón, ella primero aprendía las canciones americanas y siempre nos las enseñaba con mucha atención y paciencia. Cuando ensayábamos, solía tener una cesta cubierta con una tela blanca llena de frutas como plátanos, que entonces eran difíciles de conseguir. Prometía darnos una cuando aprendiéramos una nueva canción, y así nos motivaba a esforzarnos.
Las Kim Sisters y la cantante Lee Nan-young (1916-1965; centro) en The Ed Sullivan Show” en 1963. © Newsbank
¿Cuándo viajó por primera vez a Estados Unidos y cuál fue la respuesta?
Mi madre firmó un contrato con un agente estadounidense en 1958. Pero en vez de ir directamente a Estados Unidos, ese invierno fuimos a Okinawa, Japón, para actuar ante los soldados estadounidenses estacionados allí. Volamos a Las Vegas en enero de 1959. Fue un contrato de cuatro semanas, pero lo dimos todo porque sentimos que no podíamos regresar a Corea. Afortunadamente, nuestro primer show fue un éxito instantáneo. Ampliaron nuestro contrato y hasta nos invitaron a actuar en “The Ed Sullivan Show”, un popular programa de televisión conocido por las apariciones especiales de famosos músicos como Elvis Presley o Louis Armstrong. En total, actuamos allí hasta en 22 ocasiones.
Debió preocuparse de enviar a sus hijas tan lejos. ¿Qué consejo les dio?
Nuestra madre nos dijo dos cosas. Primero, “llevaos bien” y segundo, “no salgan”. Ella quería que nos lleváramos bien y que evitáramos a los hombres pues si un chico entraba en escena, el grupo podría romperse. Nunca habíamos tenido novios en Corea, y no teníamos ningún deseo de salir con hombres en Estados Unidos.
¿Recuerda algo en particular de aquellos días en Estados Unidos?
Por un lado, echábamos de menos la comida coreana. Aija extrañaba tanto el kimchi que incluso tuvo ictericia. Las condiciones de trabajo entonces no eran tan buenas. Después de cada actuación, descansábamos unos instantes en una cama junto al escenario y debíamos volver a salir. Un día, Aija rompió a llorar porque tenía muchas ganas de comer kimchi. Así que nos enviaron un poco desde Corea, pero tardó años en llegar. Cuando fui a recogerlo, el paquete no estaba allí. Aparentemente, alguien lo tiró porque el jugo se había derramado por todas partes. Aún recuerdo mi queja: “eso solo indicaba que el kimchi había fermentado a la perfección”.
¿Qué pasó con las Kim Sisters?
Aija se casó en marzo de 1967, y Mia en abril. Me sentía muy sola. Entonces conocí al que luego sería mi esposo, John, y me casé el siguiente abril. Era un gran admirador del grupo. Había venido ocho veces a ver nuestros espectáculos. Las hermanas Kim finalmente se disolvieron en 1973. Pero en 1975 mi hermana mayor Yeong-ja se nos unió y comenzamos a hacer shows de nuevo durante 10 años, hasta 1985. Después, cuando Yeong-ja dejó el grupo, Aija y yo formamos las “Sue Kim & Kim Brothers” con nuestros hermanos menores Yeong -il y Tae-seong. Cuando Aija falleció de cáncer en 1987, nos reagrupamos como “Sue Kim & Kim Brothers”. Luego, en 1994, me lesioné la espalda en un accidente que me impidió volver a escena. Desde entonces, llevo más de 20 años en el sector inmobiliario.