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2020 SUMMER

Reportaje Especial

Antes del K-Pop: música popular desde la Guerra de CoreaREPORTAJE ESPECIAL 3Trot, baladas y música dance

El Trot nació en la década de 1930, basado en la sensibilidad nacional del periodo colonial. Las baladas tratan principalmente de amor y pérdida, y la música dance de grupos de ídolos es el principal ascendente del K-pop. Desde diversas formas y periodos, estos tres géneros de música popular han seguido evolucionando y son muy valorados entre los coreanos.

Producido en la década de 1960 por LKL Records, este vinilo de 12 pulgadas atesora los grandes éxitos de Lee Nan-young. Recopila 12 singles populares, incluida la atemporal “Tears in Mokpo.”

Una canción lanzada en 1935 marcó el comienzo de una nueva era en la historia de la música popular coreana. Fue “Tears in Mokpo” (Mokpo-ui nunmul) de la legendaria cantante Lee Nan-young (1916-1965). Décadas después, esta canción todavía es cantada y amada por muchos coreanos, incluidos por los residentes de la sureña ciudad portuaria de Mokpo.

Este típico teuroteu norae, o “canción trot”, presenta un ritmo de dos tiempos, acordes menores y una escala pentatónica que omite los grados cuarto y séptimo. Fue compuesto por Son Mok-in con letras de Moon Il-seok, y ganó un concurso en su ciudad natal organizado por Okeh Records a principios de ese año. Al ver que la canción usaba la añoranza amorosa como metáfora del dolor por la tierra natal colonizada, el público la catalogó como “la canción del país”. Aunque su estilo musical era nuevo, el tema fue aceptado con entusiasmo gracias a su letra.



Trot en una era sombría
El estilo trot surgió a principios del siglo XX, cuando Corea estaba bajo dominio japonés. Al principio, era criticado porque consideraban que era un estilo explícitamente japonés, y algunos incluso hasta lo consideraban vulgar. Sin embargo, la música japonesa que supuestamente había influido en el trot, era en realidad de origen híbrido. Al principio, Japón había sido proactivo en adoptar la cultura y la música occidentales, y el encuentro de estilos occidental y japonés produjo una nueva forma de música pop llamada ryukoka, que significa “canciones populares”. La versión de este género que llegó a Corea se llamaba yuhaengga, equivalente coreano de su nombre en japonés, antes de ser rebautizada como trot en la década de 1950. Posteriormente, ryukoka pasó a llamarse enka, y luego a considerarse música tradicional cuando Japón intentó redefinir su identidad nacional.

Después de que Corea fuera liberada en 1945, las características musicales del trot comenzaron a cambiar. Su escala pentatónica se atenuó gradualmente y se aplicaron diversos tempos y ritmos, con gran éxito. Mientras las letras previas solían expresar metafóricamente sentimientos de amor y nostalgia, o la tristeza de un pueblo colonizado, el trot actual ha evolucionado hacia expresiones de emoción más directas y sinceras.

1.El álbum original de la banda sonora de “Lady Camelia” (1964), producido por Midopa Records, presenta 12 canciones de seis cantantes. Con el éxito de este álbum, Lee Mi-ja (1941-), intérprete del tema principal, dejó el anonimato y se convirtió en una estrella apodada “The Queen of Elegy”. El álbum supuso un segundo apogeo del trot en una escena musical dominada por el pop estándar.
2.Este álbum de 1972 de Na Hoon-a (1947-) salió después de que el cantante de trot, en pleno apogeo, firmara en exclusiva con Jigu Records. Con el tema principal “El molino sigue girando” quedó entre los “10 mejores cantantes” de Munhwa Broadcasting Corporation (MBC) por cuarto año consecutivo.
3.Álbum recopilatorio lanzado en 1973 por Jigu Records con 10 temas de cinco cantantes. Nam Jin (1946-), intérprete del tema principal, lideraba el trot en la década de 1970 junto con Na Hoon-a. Resucitaron el deprimido mercado de la música pop.
4.Álbum mixto con pistas de Cho Yong-pil (1950-) y de la banda Young Sound lanzado en 1976 por Seorabeol Records. “Regreso al puerto de Busan” de Cho fue la joya del álbum y logró ventas sin precedentes: más de un millón de copias. A los residentes coreanos pro-Pyongyang en Japón les permitieron viajar a Corea y el tema se hizo muy popular en Japón.

Vitalidad implacable
Desde su aparición en la década de 1930, el trot se instaló en el mainstream de la música pop coreana. El secreto de su permanencia es su adaptabilidad a los tiempos cambiantes. Desde el estallido de la Guerra de Corea (1950) hasta el Acuerdo de Armisticio (1953), las canciones de estilo trot siempre estuvieron ahí para consolar a los desplazados y devastados por la guerra, dando rienda suelta a su sufrimiento y consolando sus corazones.

Una década después, “Lady Camelia” (Dongbaek agassi) de Lee Mi-ja, un éxito nacional lanzado en 1964, dio nueva vida al género. Musicalmente era un típico trot, pero la letra tenía un fuerte sabor hogareño. Aun así, el gobierno militar de entonces condenó ese tema por ser música de estilo japonés y lo prohibió en las ondas en 1965. La prohibición duró hasta 1987, pero mientras, la popularidad del trot no disminuyó, sino que aumentó, gracias a destacados cantantes como Bae Ho, Nam Jin y Na Hoon-a.

El trot también se transformó incorporando otros géneros musicales. A principios de la década de 1970, cuando las generaciones más jóvenes abrazaron el rock y el folk, varios cantantes famosos se vieron involucrados en un escándalo relacionado con marihuana. En respuesta, el autoritario gobierno lanzó el llamado “movimiento de purificación de la música popular” para promover una “música sana y positiva”. La escena de la música pop fue golpeada con fuerza. El rock en particular se granjeó una mala fama y fue catalogado como depravado y subversivo, dificultando lograr audiencia. Luego vino el “trot-rock”, combinando ambos géneros, con “Regreso al puerto de Busan” (Dorawayo Busanhang-e) de Cho Yong-pil, que se convirtió en un rotundo éxito en 1976. Los músicos de rock intentaron sobrevivir incorporando toques de trot-amistoso en su música.

Después de organizar los Juegos Asiáticos de 1986 y los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988, la sociedad coreana se abrió más a las nuevas tendencias y a la búsqueda de diversión y disfrute. El trot vivió un resurgir de popularidad como entretenimiento de adultos, y las canciones de esa época llevaban el sello concreto de “música para adultos”. Pero la audiencia del trot no se limitó solo a los adultos. “¡Uy!” (Eomeona) de Jang Yoon-jeong, lanzado en 2004, fue universalmente querido y cantado por personas de todas las edades. Si el trot fue alguna vez música maudlin, triste y desgarradora, con esa canción surgió como fuente de entretenimiento para alegrar a la gente y hacerla reír.

1.Primer (y último) álbum Yoo Jae-ha (1962-1987), lanzado poco antes de su repentina muerte en accidente de tráfico. Contiene nueve pistas que revolucionaron el género de las baladas con su sonido progresivo, que dejó un fuerte poso en músicos posteriores.
2.Primer álbum regular de Byun Jin-sup (1966-), lanzado en 1988. Vendió más de 1,8 millones de copias, y le llevó a ganar el Premio al Intérprete Novel de ese año y el Gran Premio en los Golden Disk Awards del año siguiente. Fue muy popular desde finales de los 80 hasta los 90 como “Príncipe de las baladas”, sucediendo a Lee Moon-sae.
3.Lee Moon-sae, posible decano de las baladas coreanas, lanzó este cuarto álbum en 1987. Desde su tercer álbum colaboró con el compositor Lee Young-hoon (1960-2008), y el famoso dúo produjo una impresionante corriente de éxitos.

Baladas románticas
La palabra “balada” proviene del verbo latín ballare, que significa “bailar”. En la Edad Media, aludía a “una canción para acompañar el baile”, pero el elemento del baile desapareció con el tiempo y las baladas quedaron en canciones que cuentan una historia. En Corea, el género balada abarca una amplia gama de canciones de amor, suaves y de ritmo lento. Obviamente, sus letras tratan principalmente de romances, y sus melodías son dulces y sentimentales.

El origen de las baladas coreanas se puede encontrar en las “canciones de jazz” de la década de 1930, un género doméstico basado en el pop occidental, o en los números de “pop estándar” de estilo estadounidense de moda en la década de 1960. Sin embargo, fue mucho después cuando las baladas se arraigaron como género independiente. Las colaboraciones del compositor Lee Young-hoon y del cantante Lee Moon-sae convirtieron la década de 1980 en los “días dorados” de la balada. Byun Jin-sup, que saltó a la fama tras su primer álbum “To Be Alone” (1988), fue uno de los primeros baladistas. En tanto Yoo Jae-ha, quien solo sacó un álbum antes de su repentina muerte por accidente de tráfico en 1987, fue elogiado por llevar las baladas a otro nivel, al fusionarlas con elementos de música clásica y de jazz. Durante casi 40 años, esas canciones han estado en la mente y los corazones de todos los coreanos.

Una balada se compone normalmente de verso y coro. Comienza lentamente y luego alcanza un clímax emocional, antes de volver a bajar. Pero los estilos de canto y las expresiones emocionales han cambiado con los tiempos. Por ejemplo, las baladas son más coloquiales hoy que antes de la década de 1980. En términos generales, tienden a usar dos estilos: claro y dulce o áspero y gruñón. Los baladistas coreanos usarían el primero, mientras que las baladas de rock a menudo usan el segundo. Desde la década de 1980, los intentos de cruce con el rock, el R&B y el soul han ampliado los límites del género.

Lanzado en 1992, el primer álbum de Seo Taiji & Boys (activos 1991-1996) combinaba dance, metal y rap. Causó tal sensación que algunos hablaban de música pop coreana como antes y después de Seo Taiji.

Música dance y K-Pop
La tradición coreana de cantar, bailar y beber se remonta a miles de años, como muestra la literatura. Sin embargo, la música de baile actual surgió por influjo de la cultura occidental y llegó al mainstream en la década de 1980. Tras la locura disco de finales de la década de 1970, el dance-pop de ritmo fuerte y composición simple, similar a los temas de Michael Jackson y Madonna, se hizo muy popular y dejó canciones similares, pero de estilo coreano.

Pero la música de baile realmente se volvió popular en la década de 1980, cuando la televisión en color llegó a los hogares, haciendo que la “música para ver” fuera tan importante como la “música para escuchar”. Entre los pioneros de la música de baile coreana figuran Kim Wan-sun, Park Nam-jung y el trío de baile Sobangcha (Camión de bomberos). En la década de 1990, la influencia del hip-hop y del rock trajo nuevos cambios de estilo, liderados por grupos como Seo Taiji & Boys. Y en la década de 2000, vivió otro cambio significativo. Las grandes agencias de talentos se embarcaron en el entrenamiento sistemático de jóvenes aspirantes a estrellas, para formar lo que se conoce como “grupos de ídolos”, produciendo música de baile en masa para ellos, y allanando el camino a la Ola Coreana (Hallyu). El éxito internacional del “Gangnam Style” de Psy y su “baile del caballo”, que se hizo viral en 2012, abrió una nueva página en la historia del K-pop.

Actualmente, los grupos idol de tercera generación, incluidos BTS, Twice, Blackpink y EXO, son populares en todo el mundo. Y aunque los ingresos del K-pop por conciertos han disminuido los últimos años, la proporción de contenidos digitales ha aumentado. Los grupos de ídolos interpretan canciones de múltiples estilos, pero es difícil hablar de sus coreografías escénicas fuera de esa categoría más amplia que es la “música de baile”.

De hecho, no hay una división clara entre los géneros de música pop, y ningún artista se ciñe solo a uno. No en vano, el ecosistema de la música pop es más saludable cuando varios tipos de música coexisten e intercambian influencias. En este contexto, la música popular coreana ha experimentado una evolución saludable con trot, baladas y música dance en una carrera a tres bandas. Mientras que personas de cualquier edad disfrutan el trot, las baladas han mantenido su atractivo con canciones de amor lentas y sentimentales; y la música dance, impulsora del revolucionario K-pop, muestra al mundo el potencial de la música popular coreana. 

Mientras que personas de cualquier edad disfrutan el trot, las baladas han mantenido su atractivo con canciones de amor lentas y sentimentales;

y la música dance, impulsora del revolucionario K-pop, muestra al mundo el potencial de la música popular coreana.

1, 2. Psy (1977-) con su característico baile del caballo al salir de escena tras una rueda de prensa en un hotel de Gangnam, en 2012. El tema principal de su sexto álbum, “Gangnam Style” estuvo en segundo lugar del Billboard Hot 100 por siete semanas consecutivas.

3, 4. Segundo álbum regular de EXO, banda de nueve integrantes (arriba); y primer mini álbum de Blackpink, grupo de cuatro chicas. La década de 2000 vio el advenimiento de los grupos de ídols y su música dance dominaba la escena, resultado del entrenamiento sistemático de grandes agencias de talentos.

Zhang Eu-jeongHistoriador de la música y profesor, Facultad de Educación General, Dankook Univ.

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