Las películas ocultistas coreanas están desafiando la idea de que el género atrae solo a un público de nicho. Al integrar elementos de otros géneros, en vez de centrarse solo en el terror, se están volviendo más accesibles y populares.
Exhuma presenta a dos chamanes, un geomante y un enterrador que reubican un siniestro lugar de entierro. Esta película de 2024 es aclamada por promover el género ocultista coreano, al integrar a la perfección elementos de otros géneros de entretenimiento populares.
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Las películas ocultistas coreanas suelen incluir espíritus malignos y exorcismos, pero también incorporan muchos personajes surgidos de creencias populares, cuentos típicos y tradiciones, así como de elementos no sobrenaturales ni sangrientos. Al igual que otros filmes coreanos, las películas ocultistas se desvían del género para crear tramas inquietantes con muchos giros y atraer a un público más amplio.
Exhuma, la mejor película coreana de este año hasta la fecha, ofrece todo lo que los espectadores esperarían de una película ocultista coreana. Hay chamanes que usan la magia para curar, adivinar el futuro, apaciguar espíritus y alejar el mal; un geomántico que selecciona lugares propicios para entierros o viviendas; y un empresario de pompas fúnebres que se encarga de los ritos y procedimientos funerarios. Y, como era de esperar, la película incluye un ritual chamánico, un elemento recurrente del género ocultista coreano.
Exhuma despliega una desesperada lucha contra el espíritu de un antepasado vengativo que amenaza a sus ricos descendientes. El equipo contratado para descubrir por qué el espíritu está tan enojado, decide finalmente reubicar la tumba ancestral, pero exhumar el cuerpo conlleva nefastas consecuencias.
Escrita y dirigida por Jang Jae-hyun y estrenada en febrero de este año, Exhuma atrajo a 11,9 millones de espectadores en Corea en menos de seis meses, convirtiéndola en una de las 10 películas más taquilleras de la historia cinematográfica de Corea. De hecho, rompió el récord previo de la película ocultista The Wailing (2016), que con su icónica frase “Ni siquiera sabes lo que importa”, atrajo a 6,8 millones de espectadores. Exhuma también duplicó con creces la audiencia de una de las películas anteriores de Jang, The Priests (2015). Tras generar casi 100 millones de dólares a nivel internacional, se ha convertido en la película coreana más taquillera del mundo en 2024. Claramente, a su éxito contribuyó la capacidad de Jang para interpretar temas ocultistas de nicho desde una perspectiva general.
DIFUNDIR ATRACTIVO POPULAR
La singularidad de Exhuma surge de integrar elementos de entretenimiento típicos de otros géneros, en vez de basarse solo en el terror. Los personajes principales, incluidos los jóvenes chamanes Hwa-rim (interpretados por Kim Go-eun) y Bong-gil (Lee Do-hyun), el geomante algo estirado pero agradable Sang-deok (Choi Min-sik), y el ingenioso enterrador Yeong-geun (Yoo Hai-jin), han sido cariñosamente apodados como “Myo-vengers” (myo significa “tumba”).
Pese al espeluznante protagonismo inherente al terror oculto, los Myo-vengers agregan una buena dosis de entretenimiento mientras luchan contra los espíritus malignos, lo que brinda al público una experiencia catártica similar a las películas de acción. Así, la cinta evoluciona desde la historia de una familia poseída tras seleccionar un lugar de entierro siniestro, hasta el descubrimiento de restos del dominio japonés. La lucha de los Myo-vengers por desenterrar una estaca de hierro clavada en el suelo por los colonizadores japoneses a fin de cortar la fuerza vital de los coreanos, es presentada como una heroica gesta contra un maléfico espíritu japonés.
Esta mezcla entre lo oculto y lo convencional reduce el elemento de terror y crea un conflicto distintivo, al tiempo de ofrecer al espectador un entretenimiento específico del género, característica que comparte la trilogía ocultista de Jang: The Priests, Svaha: The Sixth Finger (2019) y Exhuma.
ELEMENTOS DEL GÉNERO CRIMINAL
La combinación de muerte, crimen y misterio no solo se da en las películas ocultistas. Los productores de televisión también han probado esta fórmula, pues necesitan ser más comedidos en cuanto al terror y la sangre.
Un ejemplo notable es Revenant (2023), una serie de televisión escrita por Kim Eun-hee y emitida por SBS, centrada en hallar la verdad tras una serie de muertes inexplicables. La protagonista es una niña que queda poseída después de tocar un misterioso daenggi, un tradicional adorno para el cabello que usan las niñas. Ella se suma a un folclorista que puede ver fantasmas y a un teniente de la Unidad de Investigación de Crímenes Violentos de Seúl.
En dicho programa, el renacido se convierte en una presencia formidable al traspasar sus deseos a la persona poseída, en respuesta a las querencias del protagonista y de su rabia contra el mundo. Al constatar que el renacido está haciendo realidad sus deseos de matar, la niña comienza a luchar contra él con la ayuda del folclorista. Esta narrativa puede interpretarse como una maldición del renacido, tema frecuente en el género ocultista.
La conexión entre el crimen y el género ocultista fue explorada previamente en The Guest (2018), una serie de televisión dirigida por Kim Hong-sun y emitida por OCN. Cuando unos individuos poseídos por espíritus malignos emprenden una ola de asesinatos, un psíquico, un sacerdote y un detective de policía unen sus fuerzas para luchar contra ellos.
Al entrelazar temas ocultistas y criminales, ambas series critican actos brutales que exceden la comprensión humana, aunque para lograr un mayor atractivo, las creaciones ocultistas coreanas van más allá del horror provocador y ofrecen implicaciones sociales.
FACTORES DE ÉXITO
El público mundial ya quedó cautivado por el universo de los chamanes en The Wailing, donde pudo experimentar la intensa energía de exultantes sonidos de los tambores y de inspiradores movimientos de baile. Con los chamanes actuando como intermediarios entre el mundo humano y el mundo espiritual, el chamanismo, rara vez visto en el cine mundial, se ha establecido como elemento esencial del ocultismo coreano.
Los esfuerzos por mezclar la religión occidental con las creencias populares coreanas son previos a lo que muchos espectadores internacionales puedan imaginar. Por ejemplo, se evidencian en The Soul Guardians (1998), que muestra a tres exorcistas: un guerrero que empuña una espada con el espíritu de una mujer; un sacerdote que combate el mal mediante oraciones; y una joven que emplea talismanes y habilidades para leer la mente.
Además de por su intrigante historia, los espectadores quedaron cautivados por el estilo de los personajes. La protagonista, una joven chamán llamada Hwarim, desafía los estereotipos del género al usar una chaqueta de cuero, una camisa de seda, jeans y zapatillas Converse blancas.
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Aunque The Soul Guardians se presentó como una película de acción y fantasía, en vez de estrictamente ocultista, The Priests mantuvo intactos los elementos ocultistas clave, al tiempo de presentar a clérigos con túnicas reinventadas como elegantes trajes.
Una de las razones del éxito mundial de Exhuma este año es su guión, que interpreta el contexto y el significado de las prácticas ocultistas de Corea, y hace que la película sea más comprensible.
The Priests (2015) es una película ocultista que describe el exorcismo de una niña poseída por un espíritu maligno.
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Las propuestas coreanas están ampliando el alcance de las películas ocultistas, ofreciendo a los entusiastas del cine sobrenatural y de terror tanto sabor local como un atractivo universal. De este modo responden a la demanda de los espectadores, además de elevar la presencia del cine coreano en el mercado global.