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2018 SUMMER

La ciudad natal de Jeong Yak-yong:

 

cuna de la eminencia

Jeong Yak-yong soñaba con el renacer de Joseon con el rey reformista Jeongjo, aplicando su intelecto crítico a las humanidades, la ciencia y otros diversos campos de actividad y abogando por la acción práctica. Este año marca el 200 aniversario de la publicación del trabajo seminal de Jeong, “Admoniciones sobre el gobierno del pueblo” (Mongmin simseo), así como la fecha de su liberación tras permanecer 18 años en el exilio. Aunque ya han transcurrido más de 180 años desde su muerte, parece que su corazón aún habita en Chocheon, el pequeño arroyo que corre a lo largo de su pueblo natal.

Los afluentes Norte y Sur del río Han se encuentran en Dumulmeori en el condado de Yangpyeong, provincia de Gyeonggi, y desembocan en el río Han. Esta zona perdió su función como centro de transporte de personas y bienes, pero todavía ofrece una niebla al alba que inspira obras artísticas.

La niebla cubre el objeto de la mirada, haciéndolo brumoso. Pero la vista no está del todo obturada. Los ojos todavía descansan en un lugar entre lo que se revela y lo que permanece oculto. La curiosidad estética se despierta cuando se logra el equilibrio entre las partes que son transparentes y honestamente reveladas y aquellas que están medio ocultas. Dumulmeori, visto desde el Templo de Sujong, siempre ha sido un destino famoso para aquellos poetas y artistas que querían recitar algunos versos sobre la hermosa y limpia vastedad del río Han, que se extendía a sus pies, o bien capturar esa extensión escénica con sus pinceles. Hoy es la perspectiva favorita de los fotógrafos aficionados.

El templo antiguo y la niebla de la mañana

Este año marca el 200 aniversario de las “admoniciones sobre el gobierno del pueblo” (Mongmin simseo), una de las obras más importantes de Jeong yak-yong. el libro de 48 volúmenes es muy aclamado por su crítica a la tiranía de los funcionarios del gobierno y las sugerencias sobre cómo los magistrados locales deben servir a la gente.

Dumulmeori (literalmente “cabeza de dos aguas”) es un nombre comúnmente utilizado para referirse a un lugar donde se unen dos masas de agua. Aquí alude a la parte sur de Yangsuri en la provincia de Gyeonggi, donde la parte Norte del río Han se encuentra con su parte Sur. A una hora en coche desde Seúl, más allá de Hanam y al otro lado del puente Paldang, se encuentra este tranquilo lugar que ofrece panorámicas vistas de ríos y montañas. Es el destino perfecto de fin de semana para los residentes de la capital, y también para las parejas durante una cita. Una caminata adicional de unos 300 metros por una senda empinada del monte Ungil conduce al templo Sujong, que ofrece la perspectiva de esos dos ríos que a continuación desembocan en el río Han.

Dumulmeori tenía un transbordador que hacía la ruta que conectaba Jeongseon, en la provincia de Gangwon, y Danyang, en la provincia de Chungcheong del Norte, con los puertos de Ttukseom o Mapo en la capital. Pero cuando se construyó la presa Paldang en el tramo inferior en 1973, este lugar histórico perdió por completo su función de curso de agua. La presa hizo que el río se ensanchara y la corriente disminuyera, convirtiéndolo en un entorno similar a un lago con arboledas de juncos y cañizales, flores de loto y plantas acuáticas, que prosperan en aguas tranquilas. Aprovechando este cambio en el entorno ecológico, diversos parques de humedales han sido creados a la orilla del río con diversas

Cuando Jeong yak-yong fue liberado tras 18 años de exilio, regresó a Majae, su pueblo natal en namyangju, provincia de Gyeonggi, y vivió allí otros 18 años hasta su muerte. Siempre soñó con pasar la vida pescando en su ciudad natal.

instalaciones y esculturas, llamados Jardín Semi y Parque Ecológico Dasan, que siempre están abarrotados, incluso de lunes a viernes.

Lo más destacable es la niebla de la mañana. Al amanecer, cuando la diferencia de temperatura entre el agua y la tierra se agranda, la niebla se eleva sin falta sobre la suave superficie del agua. Primero surge del lago Cheongpyeong, y luego se envuelve alrededor de las capas de las montañas, hasta que finalmente desciende hasta la orilla del río Dumulmeori, a medida que la luz del día comienza a brillar, ofreciendo una panorámica impresionante. Cualquiera que tenga la suerte de encontrarse con esta brumosa aurora se detendría en seco, como atrapado en un recuerdo que se ha convertido en un viejo paisaje. Si ve salir el sol sobre Dumulmeori desde el templo Sujong, una de las mejores vistas del río Han, se encontrará parándose en el pequeño café cerca del estacionamientoe intercambiando algunas palabras con la mujer que lo lleva. Ella le mostrará algunas fotos en su teléfono: las enigmáticas vistas de Dumulmeori que la trajeron a este lugar.

Cuando el joven de 22 años Jeong Yak-yong (1762-1836, y de seudónimo Dasan, que significa “Montaña del té”) aprobó los exámenes del servicio civil de nivel inferior en la primavera de 1783, viajó al Templo de Sujong con diez compañeros. Era una forma de homenajearse a sí mismo y también de cumplir con el deseo de su padre, de visitar su hogar con sus amigos de forma “no demasiado lamentable”. Habían pasado siete años desde que Jeong se fue de su casa a Seúl, tras casarse a la edad de 15 años para estudiar para los exámenes estatales, y durante esos años su padre habría tenido hondas preocupaciones. Además, Jeong buscaba aumentar la solidaridad entre los Namin, la facción política de sus parientes.

Un antiguo lugar con más de mil años de antigüedad, el Templo Sujong, se encuentra en un hermoso entorno natural, no muy lejos de la aldea natal de Jeong, Majae (“Colina del caballo”). Cuando era joven, Jeong visitaba a menudo el templo para leer y componer poesía. En su visita a este lugar, tras aprobar sus exámenes, pidió licor cuando salió la luna y compuso poemas, saboreando “la alegría de regresar como adulto al lugar donde jugabas de niño”. Y plasmó los eventos de ese día en un simple volumen titulado “Excursión al Templo Sujong” (Sujongsa yuramgi).

El bicentenario de la liberación del exilio

Comparado con sus contemporáneos, Jeong Yak-yong fue tan admirado en Corea como Johann Gottlieb Fichte en Alemania y Voltaire en Francia. Dejó atrás una vasta colección de libros y otros escritos, con la llegada de una mente crítica antes de su tiempo, promoviendo el uso práctico del arte de gobernar (gyeongse chiyong). En 2012, Jeong Yak-yong fue una de las grandes figuras del mundo honradas por el programa “Celebración de Aniversarios” de la UNESCO, junto con Herman Hesse, Claude Debussy y Jean-Jacques Rousseau. Este año marca el bicentenario de la publicación del trabajo seminal de Jeong, “Admoniciones para el gobierno del pueblo” (Mongmin simseo), su liberación tras 18 años en el exilio y regreso a Majae. En abril, la ciudad de Namyangju (donde se encuentra Majae) y la Comisión Nacional de Corea para la UNESCO celebraron un simposio internacional en Seúl para conmemorar la ocasión.

Dado que Jeong escribió unos 500 libros, tendríamos que consultar sus trabajos cada año para examinar el camino que habríamos de tomar hoy. El rey Gojong, que luchó para proteger al país de poderes externos durante la segunda mitad del siglo XIX, recurría a los libros de Jeong cada vez que se desesperaba por sus sueños de acometer reformas y lograr la autonomía, lamentando no haber vivido en la época de Jeong.

Semiwon, un jardín ecológico en Yangpyeong. Cuenta con unas 270 especies de plantas, las 70 de ellas acuáticas.

Aunque la intención de este escrito es explorar esa parte de la orilla del río Han, donde nació y creció Jeong Yak-yong y pasó sus últimos años, así como escanear sus huellas de vida y sus pensamientos pieza por pieza, no pinta a Jeong como un académico estricto. Jeong leyó el “Clásico de los mil caracteres” a la edad de cuatro años, escribía poemas con siete años, y hacia los diez había producido una colección con sus propios poemas. Pero aparte de su genialidad, hay algunos detalles entrañables que le hacen parecer más humano. Por ejemplo, a pesar de llamar la atención del rey Jeongjo después de apenas pasar los exámenes del servicio civil de nivel inferior, reprobó repetidamente los exámenes de nivel superior hasta la edad de 28 años. En cuanto al propio Jeong, no le hubiera gustado ser recordado como un hombre tenso y estrecho de miras.

Comparado con sus contemporáneos, Jeong Yak-yong fue tan admirado en Corea como Johann Gottlieb Fichte en Alemania o Voltaire en Francia. Dado que Jeong escribió unos 500 libros, tendríamos que consultar sus trabajos cada año para examinar el camino que habríamos de tomar hoy.

Cuatro días fuera de palacio

La espectacular vista de Dumulmeori desde el templo de Sujong en el monte Ungil ha atraído a poetas y artistas de todos los tiempos. Jeong Yak-yong solía ir al templo cuando era niño para leer y escribir poesía.

Jeong, elegido por el rey Jeongjo, se unió al instituto real de investigación y a la biblioteca llamada Gyujanggak y ocupó varios puestos importantes a partir de entonces, pasando a redactar y ejecutar las políticas reformistas de Jeongjo. Pero hubo al menos dos casos conocidos de descuido del deber; pues parece que las peculiaridades de su personaje coincidían con su talento y habilidades. En una ocasión, alegando que quería visitar a su padre que se desempeñaba como magistrado de Jinju, ubicado lejos de la capital, se tomó una licencia sin permiso. Esto ocurrió en su segundo año como investigador residente en entrenamiento especial en el instituto real. Cuando el rey se enteró, ordenó que trajeran a Jeong a la corte y le dieran 50 latigazos, pero rescindió la orden poco después y le concedió el perdón.

Cuando era secretario real a cargo de cumplir las órdenes del rey, Jeong volvió a jugar a escaparse. Entre sus escritos, dejó la siguiente explicación: “Era 1797 cuando vivía al pie del monte Nam en Seúl.

Al ver las flores de granada abrirse entre la llovizna, pensé que era el momento perfecto para pescar en Chocheon. Las normas establecen que un funcionario judicial solo puede salir de la capital después de solicitar permiso. Pero como era imposible obtener un permiso oficial para unas vacaciones, simplemente partí y me dirigí a Chocheon. Al día siguiente, eché una red en el río y empecé a pescar. Terminé capturando 50 peces, grandes y pequeños. El pequeño bote no pudo soportar el peso de la captura y solo unos pocos centímetros sobresalían por encima del agua. Me mudé a otro barco y atraqué en Namjaju, donde nos deleitamos con el pescado”.

Chocheon era una pequeña corriente rodeada de juncos en el pueblo donde creció Jeong. Pero para él era símbolo de un hogar. Namjaju es un pequeño islote arenoso justo debajo de Dumulmeori, pero la aventura de Jeong no se detuvo allí. Después de haber paladeado el pescado, anhelaba algunas verduras silvestres. Alentando a sus compañeros, cruzó el río en busca de Cheonjinam en Gwangju. Ahí es donde Jeong y sus hermanos estudiaron catolicismo y, sin importar lo cerca que estuviera amarrado el bote, la ermita estaba tan profundamente inmersa en las montañas que el grupo tuvo que caminar otros 10 kilómetros.

“Nosotros, cuatro hermanos, fuimos a Cheonjinam con otros parientes. Tan pronto como nos adentramos en las montañas la flora era exuberante y verde, las flores estaban en plena germinación por todas partes y su olor me hacía cosquillas en la nariz. Todo tipo de pájaros cantaban y gorjeaban con un sonido limpio y hermoso. Cuando escuchamos cantar a los pájaros, nos detuvimos y nos dimos la vuelta, para disfrutar de todo. Llegamos al templo y pasamos el tiempo bebiendo y recitando poesía, y no regresamos hasta cuatro días después. Entonces escribí 20 poemas y comimos hasta 56 tipos de verduras silvestres de montaña, incluyendo bolso de pastor, helechos y angélica”. (De “Colección de Poesía y prosa de Dasan” [Dasan simunjip], Vol. 14).

Se desconoce si el rey fue informado concretamente de esta ausencia laboral.

Patio interior de Yeoyudang, la casa donde nació y creció Jeong Yak-yong, y donde pasó sus últimos años. Restaurada a su aspecto original en 1957, la casa es parte del sitio del patrimonio de Dasan. Se reflejan los consejos de Laozi de tratar con mimo todas las cosas, con miedo en el corazón.

Como cruzar un arroyo en invierno

Durante el período de Joseon, aparte de sus nombres formales, muchas personas usaban ho, que significa “seudónimo” o “nombre de estilo”, y era utilizado por amigos y conocidos cercanos. Generalmente, el seudónimo refleja la personalidad de un individuo o sus rasgos especiales. A menudo, a las casas también se les otorgaban nombres especiales y, a veces, las personas adoptaban el nombre de su casa como seudónimo. Cuando Dasan regresó a su pueblo natal después de retirarse del servicio del gobierno, bautizó su estudio como Yeoyudang (Casa de la duda).

“Conozco bien mis propias debilidades. Tengo coraje, pero no el ingenio para llevar a cabo las cosas. Me gusta hacer cosas buenas, pero no sé cómo priorizar y seleccionar. Por tanto, desafortunadamente, mi búsqueda interminable de buenas obras solo ha traído abundantes reproches. El Laozi (también conocido como Tao Te Ching) dice que al participar en sus tareas favoritas, uno tiene que ser “vacilante, como aquellos que cruzan un río cubierto de hielo” y al hacer las cosas que uno tiene que hacer, “irresoluto, como aquellos que sienten miedo de todos los de su alrededor”. Lamentablemente, esto es así. ¡Pero estas dos frases ofrecen un tratamiento para mis puntos débiles!

Ser un joven oficial favorecido por un rey con mentalidad reformista hizo que le fuera imposible evitar tener enemigos políticos. La aceptación de Jeong del Seohak, o Aprendizaje occidental, y del Catolicismo, significaba que incluso el favor del rey no podría protegerle. En el primer mes de 1800, Jeong se retiró y regresó a su ciudad natal, donde adquirió un pequeño bote pesquero con una cabina. Quería vivir con su familia en el bote, pescando en Chocheon, e incluso había preparado una tablilla con un nombre para el barco expresando estos deseos. Pero el nombre del tablero nunca fue colgado. La opresión de la Iglesia Católica, que comenzó a raíz de la repentina muerte del rey Jeongjo en el verano de ese año, casi se cobró la vida de Jeong Yak-yong, y junto con Jeong Yak-jeon, su segundo hermano mayor, ambos fueron desterrados a lugares remotos. En tanto Jeong Yak-jong, su tercer hermano mayor, que se adhirió firmemente a la fe, fue martirizado.

Aparte de “Dasan”, Jeong Yak-yong tenía otro seudónimo, “Sammi”, que significa “tres cejas”, de donde deriva “Sammijip”, el título de su colección de poesía infantil. Como resultado de la viruela sufrida de niño, tenía una cicatriz en la frente que le hacía parecer como si tuviera tres cejas. Jeong tuvo nueve hijos, pero la viruela y el sarampión se cobraron la vida de seis. Supo de la muerte de su hijo menor mientras estaba en el exilio. “Sería mejor para mí morir que vivir, pero aún estoy vivo; sería mejor para ti vivir que morir, pero ya has muerto”, escribió, expresando su profunda tristeza.

De hecho, Jeong dejó escritos llorando la muerte de cada uno de sus hijos perdidos. A excepción de su hija mayor, que murió cuatro días después del nacimiento, todos fueron enterrados en el cementerio familiar de la montaña en la parte trasera de su pueblo natal. Motivado por este dolor personal, Jeong profundizó en los tratamientos de enfermedades infecciosas y escribió dos libros de medicina, uno sobre el tratamiento del sarampión y el otro sobre la prevención de la viruela.

Pasando el verano junto al río Han

Después de 18 años de exilio en Gangjin y como compensación por ese tiempo, Jeong Yak-yong vivió otros 18 años en su ciudad natal. En sus últimos años, se llamaba a sí mismo “Yeolsu”, otro nombre usado para el río Han. Aunque había nacido junto al río y soñaba con una vida pacífica en el campo, la realidad de entonces no se lo permitía. En 1819, un año después de regresar del exilio, visitó los campos en Munam (en Seojong-myeon, actual condado de Yangpyeong). Cada otoño había pasado muchos días allí, atendiendo a las cosechas con su hermano Yak-jeon, pero especialmente rememoraba cuando fueron en bote para rendir homenaje ante la tumba de su padre en Chungju. “Fue hace 40 años que comencé a soñar con vivir aquí labrando los campos”, pero Yak-jeon había fallecido tres años antes, y nunca regresó del exilio en la isla Heuksan.

Jeong Yak-yong pasó los últimos años de su vida editando y corrigiendo los libros que había escrito mientras estaba en el exilio. Incluso entonces, sus extraordinarias habilidades no desaparecieron del todo. Compuso 16 poemas sobre maneras de combatir el calor, algunos de los cuales fueron titulados de la siguiente forma: “Jugando baduk (Go) en una estera de bambú fresca”, “Escuchando las cigarras en el bosque oriental”, “Colgando los pies en el agua bajo la luz de la luna”, “Recortar las ramas de los árboles frente a la casa para que pase el viento”, “Despejar la zanja para que fluya el agua”, “Levantar las vides de uva hasta los aleros”, “Secar los libros bajo el sol con niños” y “Cocinar guiso de pescado picante en una sartén honda”. ¿Tenía una constitución física que le hiciera sentir el calor más que otros? ¿O acaso era fuerte?

El sitio Patrimonio de Dasan, ubicado en la ciudad natal de Jeong en Namyangju, es un complejo que preserva su tumba, su lugar de nacimiento restaurado, el Salón Conmemorativo Dasan y el Centro Cultural Dasan. Los cientos de libros que escribió durante su exilio se muestran en el Centro Cultural Dasan. La primera grúa de Corea, llamada geojunggi, que se usó para construir la fortaleza de Hwaseong en Suwon, y muchos otros artículos relacionados con Jeong Yak-yong, también se exhiben en el Salón Conmemorativo de Dasan.

 
Lee Chang-guyPoeta y crítico literario
Ahn Hong-beomFotógrafo

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