Miryang siempre será recordado por el rol estratégico que ha desempeñado como centro neurálgico local durante miles de años. Cerca del río que lleva su nombre, los artilugios hallados en asentamientos del Paleolítico y de la Edad del Hierro, así como los vestigios de un núcleo de eruditos confucianos, atraen a un constante flujo de visitantes.
El Estanque Wiyang, en la parte noroeste de Miryang, es un embalse de 63.000 m² con una historia que se remonta al periodo de Silla, cuando ya abastecía de agua a los agricultores. Perdió su fi nalidad cuando construyeron el Depósito de Gasan en las proximidades, durante la década de 1940, pero se convirtió en un popular destino turístico por su hermoso paisaje, que rodea el Pabellón Wanjae, creado en 1900.
En los primeros minutos de la película “Miryang” (“Secret Sunshine”) de 2007, la protagonista inicia de forma involuntaria un desalentador intercambio al preguntar:
“Señor, ¿qué tipo de lugar es Miryang?”
“¿Qué tipo de lugar es Miryang? Bueno, qué puedo decirle... la economía está fatal, y... la gente apoya al Gran Partido Nacional (conservador), y... está cerca de Busan, por lo que usamos el dialecto de Busan, que es un poco más rápido. La población solía ser de unos 150.000 habitantes, pero ahora se ha reducido a unos 100.000”
“¿Sabe lo que significa el nombre" Miryang?”
“¿Qué si sé qué significa? ¿Quién vive aquí por el significado? Solo vivimos aquí y ya está”.
“En caracteres chinos, la primera sílaba significa ‘secreto’ y la segunda sílaba ‘sol’. Es un significado bonito, ¿verdad?”
La protagonista y su hijo pequeño se encuentran en una estación de servicio a las afueras de Miryang, la ciudad natal de su difunto esposo. Su vehículo está siendo reparado.
“¿Supongo que está de paso?”
“No. Voy a vivir en Miryang”. Al final es una decisión fatídica: su hijo será secuestrado y asesinado.
Un lugar en el que unas personas se reunieron y fundaron una aldea hace mucho tiempo; un lugar donde los destinos de las personas se han visto modificados por innumerables condiciones; un lugar que da esperanza pero que también puede infligir un insoportable dolor, generando el deseo de huir lo antes posible; y un lugar donde la mayoría de la gente se limita a vivir, incapaz de moverse de una u otra forma. En este sentido, Miryang es el nombre de todas las ciudades.
Jeon Do-yeon, que interpretó a la protagonista, obtuvo el premio a la mejor actriz en el 60° Festival de Cine de Cannes. En los artículos antiguos sobre esta película, dirigida por Lee Chang-dong, se pueden leer comentarios que dan fe del impacto de su actuación, tales como “¡Guau: produce escalofríos!”.
Yeongnamnu, uno de los pabellones elevados tradicionales más antiguos de Corea, se halla en un alto acantilado con vistas al río Miryang. Muchos poetas, pintores y calígrafos de renombre de la dinastía Joseon cantaron elogios al paisaje circundante, que posteriormente quedaron inscritos en placas que cuelgan del pabellón.
Ciudad fluvial
Miryang, localizada casi 50 kilómetros al noroeste de Busan, se emplaza en la confluencia de dos ríos. El río Miryang serpentea hacia el sur a través del centro de la ciudad. Después gira varias veces hacia el este antes de unirse al río Nakdong, que traza la frontera sur de Miryang, y las aguas fusionadas de ambos se dirigen hacia el mar. El carácter chino yang en el nombre Miryang puede significar sol, pero cuando va unido al nombre de un río alude a la ribera norte del agua. Las montañas y las escarpadas colinas marcan la topografía al norte de Miryang y, desde el centro de la ciudad hacia el sur, el valle del río Miryang abarca una fértil llanura.
El registro escrito más antiguo de Miryang como nombre geográfico se encuentra en el texto de historia china del siglo III “Registros de los tres reinos” (Sanguozhi). Esa obra menciona un estado llamado Miri, que es la antigua transcripción china de la antigua palabra coreana mireu, que significaba agua o dragón como el dios del agua. De ahí que la interpretación de “Miryang” como “sol secreto”, tal y como la mostró Lee Chang-dong, no sea más que la visión personal y poética del nombre por parte del director.
Junto al río Miryang se pueden hallar rastros de humanos que datan de miles de años. En la colina al norte de la presa de Miryang, completada en 2001, durante la construcción de esta instalación se descubrieron los restos de un sitio paleolítico de hace 27.000 años. El hallazgo alargó enormemente la línea del tiempo de los asentamientos humanos en Miryang, ya que hasta entonces el más antiguo yacimiento verificado databa del siglo III d.C.
Hay sitios del Neolitico y de la Edad del Hierro dispersos en las llanuras fluviales del río Miryang, y en la localidad de Geumcheon se encuentran los restos de un enclave agrícola de la Edad del Hierro. A la gente de aquí le llevó decenas de miles de años bajar desde sus viviendas en las montañas a la tierra fértil cerca del río. Los enclaves de viviendas se encontraban sobre terraplenes naturales y los campos contiguos a ellos. Probablemente, cuando llegaba la primavera, la gente de la Edad del Hierro surcaba el suelo con arados de piedra y plantaban mijo, sorgo y otras semillas, y en otoño almacenaban los granos cosechados en frascos de cerámica, con contornos en forma de panales para que durasen todo el invierno.
Sobre las humildes huellas de vida forjadas por los habitantes de aquellos tiempos, que experimentarían alegrías y desesperanzas antes que nosotros, se proyecta la “secreta luz del sol”. Las ideas y valores que buscaban los antiguos pobladores de este lugar se desvanecieron largo tiempo atrás.
Erigido junto a Yeongnamnu está Chimnyugak, edificio que fue parte de una casa de huéspedes que una vez ocupó ese lugar. Conecta con el pabellón por un pasillo escalonado.
Templo Bueun (Templo de la Gracia del Padre), al pie del monte Cheontae, fue supuestamente erigido alrededor del año 200 en memoria del rey Suro, fundador de Geumgwan Gaya y padre del rey Geodeung. Tiene vistas a los puentes Nakdong y Samnangjin, que atraviesan el sinuoso río Miryang.
Vestigios de la civilización del hierro
Al observar lo que queda del casco de un barco naufragado en el lecho del río es posible imaginar a los locales de hace mucho tiempo pescando arriba y abajo en el río. Las embarcaciones, impulsadas por el viento y fabricadas con todo tipo de herramientas, representarían en su momento los últimos logros en civilización y tecnología. De vez en cuando navegarían con sus botes hasta el río Nakdong. Un pueblo con espíritu de progreso y aventura estableció una alianza con el estado de Garak (también conocido como Geumgwan Gaya, que significa la “Corona de Oro de Gaya”), fundado en la región de Gimhae, emplazada en el curso inferior del río Nakdong. Durante aproximadamente 500 años, estas personas lideraron la cultura del hierro en la península coreana como parte de la Confederación Gaya.
Entre las aldeas cercanas al río Miryang hay dos de ellas llamadas Geumgok, palabra que significa “valle de hierro”. En ambas había indicios de fabricación de hierro. La escoria, que es lo que queda del proceso de fundición de hierro, forma una verdadera montaña en una de las Geumgok. En la otra se encontraron instalaciones para todo el proceso de producción de hierro, desde hornos hasta vertederos. Eso indica que hace mucho tiempo, en el pasado, se habría acumulado una gran cantidad de arena de hierro cerca del río Miryang a consecuencia de la intemperie y la erosión.
Tales descubrimientos y el acceso al río sugieren que Miryang exportó hierro a los estados vecinos, e incluso a Japón y a China. La localidad habría tenido un papel activo como uno de los 12 estados de Byeonhan, una confederación tribal que existió hasta el siglo IV en el curso inferior del río Nakdong. Sus gentes colocaban piezas de hierro procesadas en una cuerda para usarlas como moneda. Byeonhan finalmente se convirtió en la Confederación de Gaya, que se conocía como el “reino del hierro”. Cuando fue anexionada por la pujante Silla, Gaya proporcionó los cimientos para que Silla se convirtiera en un poderoso estado de la época.
El legado budista
Al igual que en cualquier otra región de la península de Corea, alrededor de Miryang los templos budistas se encuentran enclavados en hermosas montañas. Entre ellos, el Templo de Bueun y el Templo de Maneo tienen un lugar especial en los corazones de los locales. Mientras el primero mira hacia el río Miryang, que brilla bajo el sol de poniente, el segundo ofrece una vista inolvidable de una larga procesión de piedras negras que bordean el valle frente al templo. Los residentes de la zona consideran que estos dos templos son sitios budistas sagrados del período de Gaya.
Según los libros de historia, Gaya adoptó oficialmente el budismo alrededor del siglo V, antes de la época de Silla, cuando fue construido el Templo de Hwanghu para rezar por la felicidad en la otra vida de la Reina Heo Hwang-ok (Heo Hwanghu significa “Emperatriz Heo”), la esposa del Rey Suro, fundador de Geumgwan Gaya (43–532). Sin embargo, la tradición oral sitúa la aceptación del budismo en un momento anterior, en la fundación de Gaya. Se dice: “Cuando el Rey Suro construyó el Templo de Maneo, los monjes que participaron en la ceremonia de fin de la obra pasaron la noche en el Templo de Bueun”. Como tal, Gaya probablemente aceptó el budismo en el primer siglo, cuando la Reina Heo llegó de la India.
No hay duda de que el budismo de Gaya contribuyó en gran medida a los esfuerzos de Silla para abrir un mundo nuevo a través de las enseñanzas de Buda. En reconocimiento a su originalidad e influencia, celebraron eventos para conmemorar la cultura de Gaya desde el periodo de Silla hasta la dinastía Joseon. Lo mismo se puede decir en el día de hoy.
Según la leyenda, cuando la reina Heo, que se estima era una princesa india, vino a Gaya para casarse con el rey Suro, trajo piedras que usaron para construir lo que se conoce como la pagoda de piedra de Pasa. La obra “Memorabilia de los Tres Reinos” (Samguk yusa) explica: “Son piedras que no se pueden encontrar en esta región”.
Cuando las piedras pasa en la tumba de la Reina Heo fueron transportadas a Seúl en octubre de 2019 para la exposición especial “El espíritu de Gaya: hierro y cuerda”, que está programada hasta el 1 de marzo de 2020 en el Museo Nacional de Corea, se celebró un rito especial para anunciar la retirada de las piedras. La presencia de muchos políticos y dignatarios locales en los eventos muestra que la gente local y los descendientes de la Reina Heo consideran las historias de la reina de Gaya no como una leyenda sino como una historia. Por la misma razón, muchas de las tiendas en el centro de Miryang usan la palabra “Gaya” como parte de su nombre.
Un lugar donde los destinos de las personas se han visto modificados por innumerables condiciones; un lugar que da esperanza pero que también puede infligir un insoportable dolor, generando el deseo de huir lo antes posible.
Se dice que el Templo de Maneo (Templo de los Diez mil peces), considerado lugar sagrado del budismo por los lugareños de Miryang, fue establecido por el Rey Suro. En sus predios hay una pagoda de piedra de tres pisos construida presumiblemente en el siglo XII.
Las laderas próximas al Templo de Maneo están repletas de unas rocas llamadas maneoseok, literalmente “diez mil rocas de peces”. Según la leyenda, los innumerables bancos de peces que siguieron al hijo del Rey Dragón se transformaron en rocas. Esa zona fue designada Monumento Natural Nº 528 por su valor académico y paisajístico.
Carretera nacional principal
Yeongnam Daero, o la Gran Carretera de Yeongnam, fue la principal ruta interior de la dinastía Joseon. Vinculaba la capital, Hanyang (hoy Seúl), con Dongnae, en el extremo sureste de la península de Corea. Miryang se convirtió en un alto en este camino, que proporcionaba una alternativa a la ruta marítima utilizada durante un siglo.
Más tarde, durante las invasiones japonesas a finales del siglo XVI, la red terrestre proporcionó vías para los ataques. Tras atracar en el puerto de Busan, las fuerzas japonesas capturaron la fortaleza de Dongnae y desde allí avanzaron hacia el norte pasando Yangsan y Miryang, donde se enfrentaron al ejército de Joseon en Jagwongwan, una estructura defensiva ubicada en el actual Samnangjin. Este fue un importante puesto para el transporte y militar en el camino entre Dongnae y Hanyang. Las fuerzas coreanas de 300 soldados no fueron rival para el enemigo con 10.000 contendientes, que continuó avanzando por este camino hasta llegar a la capital en solo 18 días.
Ante este panorama, destaca la historia del monje Samyeongdang (1544–1610), un nativo de Miryang que dirigió a unos 2.000 monjes soldados y se unió a la batalla para reclamar la fortaleza de Pyongyang. Después de la guerra se convirtió en un enviado especial del Rey Seonjo y viajó a Edo, actual Tokio, donde forjó un acuerdo de paz con Tokugawa Ieyasu, fundador del shogunato que gobernó Japón desde 1603 hasta 1867. A su regreso se trajo consigo a 3.000 prisioneros de guerra. Una estatua de Samyeongdang, también conocido como el Gran Maestro Seosan, se erige hoy en el camino que conduce a la antigua muralla de Miryang, mirando hacia el río Miryang.
Es significativo que, menos de cien años después de haberse detenido en la Gran Carretera de Yeongnam, la localidad de Miryang se convirtiera en una base regional para los académicos confucianos gracias a su tecnología avanzada, sus tradiciones náuticas y un sistema social inclusivo. Éstos formaron la facción sarim de los literatos provinciales, la fuerza fundamental detrás de Joseon como estado confuciano. El erudito local Kim Jong-jik (1431–1492) y sus discípulos, que ingresaron al servicio del gobierno central en la segunda mitad del siglo XV, se convirtieron en una nueva fuerza política de académicos oficiales. Reivindicaron la lealtad y la acción práctica y desafiaron la corrupción en la burocracia. Ni siquiera las críticas al comportamiento del rey quedaban fuera de los límites. El lugar de nacimiento y la tumba de Kim Jong-jik se encuentran en Bukbu-myeon, Miryang, al igual que la Yerim Seowon, una academia confuciana dedicada a Kim y sus enseñanzas.
Transporte fluvial y ferroviario
A mediados del siglo XVIII se construyó un silo de grano con fines recaudatorios en el muelle de Samnang-ri, o aldea de Samnang. Los barcos fluviales transportaban los pagos en grano después de la reactivación del sistema de transporte marítimo de grano tributario. La situación política internacional que rodeaba a Joseon se había estabilizado y en ese momento se establecía un sistema de pago de impuestos con grano para reemplazar los impuestos en especie.
El sistema de transporte fluvial y su conexión con la Gran Carretera de Yeongnam crearon una red de actividad en Samnang-ri. Surgieron oficinas gubernamentales, almacenes, tabernas, posadas y tiendas para atender a los funcionarios y a los propietarios de los barcos. No obstante, la prosperidad terminó en 1905 cuando se abrió la línea ferroviaria de Seúl a Busan, en gran parte a lo largo de la Gran Carretera de Yeongnam, y construyeron una estación en la cercana localidad de Samnangjin. La mayoría de las tiendas se reubicaron para estar cerca de la línea de ferrocarril y Samnang-ri se convirtió una vez más en una humilde aldea portuaria.
Alrededor de la estación de Samnangjin se formó un nuevo núcleo comercial. Esto aparece en la primera novela moderna completa de Corea: “Sin corazón” (Mujeong) de Yi Kwang-su (1892-1950), publicada en 1917. Para el autor, el tren era un recurso literario que representaba al individuo moderno en pleno control de su destino.
Un motivo literario
Miryang es también la ciudad natal del poeta Oh Kyu-won (1941–2007). Él también ve dos caras en esta localidad. Una de ellas es el rostro de su madre, que falleció cuando tenía 13 años, y la otra la de su padre. La cara de su madre era “siempre pacífica, lista para descansar”, algo que le hacía “querer dormir y soñar” en una existencia “similar al útero”. Sin embargo, su padre era la “causa de la infelicidad y la pobreza”. Para resolver este conflicto psicológico, Oh abandonó Miryang cuando estaba en la escuela secundaria y prometió no volver mientras su padre estuviera allí.
Oh escribió que su ciudad natal era “como el cuerpo de mi madre con su útero, un espacio temporal que incubaba tanto el lenguaje de la naturaleza dentro del útero como el lenguaje de la realidad fuera del útero”, y añadió que él mismo estaba “detenido en el límite”. En este sentido, cualquier pueblo natal puede ser denominado como Miryang.
El puerto de Oujin, en la sección baja del río Miryang, fue un importante centro de transporte para embarcaciones que portaban los diezmos hasta la dinastía Joseon. Tenía un almacén donde se guardaban los granos recolectados como impuestos. Cuando instalaron un ferrocarril a principios del siglo XX se convirtió en un transbordador para ferris.