메인메뉴 바로가기본문으로 바로가기

Interview > 상세화면

2019 WINTER

Naturaleza plasmada en la ciudad

La reconocida guionista de televisión Oh Kyung-ah dejó su carrera para aprender paisajismo de jardines. Esta decisión fue su particular forma de asegurarse una vida sana y feliz. Ahora diseña jardines en áreas urbanas muy compactas y, así, se siente satisfecha con la tranquilidad que sus coloridos oasis aportan a los visitantes.

La diseñadora de jardines Oh Kyungah observa, desde el Instituto de Diseño de Jardines Oh Kyung-ah, un anexo de su hogar en Sokcho, provincia de Gangwon.

Tras pasar un largo tiempo fuera de casa visitando a su hija que trabaja en Kenia, lo primero que hizo al regresar la diseñadora de jardines Oh Kyung-ah fue prepararse para trabajar en su jardín. El jardín que rodea su hogar en Sokcho, una ciudad portuaria en la costa este de la provincia de Gangwon, abarca unos 660 metros cuadrados y contiene más de 100 diferentes especies de plantas. Ella puede recitar fácilmente los nombres de estas variedades en coreano y en latín.

Oh ha convertido el espacio adyacente a su hogar en el “Instituto de Diseño Oh Kyung-ah”. Ahí enseña diseño de jardines y horticultura. Cuando no está promoviendo su pasión por la horticultura, Oh diseña proyectos a gran escala y de alto nivel, como el “Jardín del Banco de Semillas”, que diseñó para la Exposición Internacional de Jardines de la Bahía de Suncheon en 2013 y, recientemente, un jardín en la azotea de un enorme centro comercial en Bucheon, provincia de Gyeonggi.

En el anexo, Oh imparte clases ocasionales sobre horticultura y diseño de jardines.

En busca de salud y felicidad

Lim Hee-yun: Entonces, ¿solía ser guionista de radio?

Oh Kyung-ah: En la universidad me especialicé en lengua y literatura francesa y comencé a trabajar en radiodifusión tras graduarme. Excluyendo los permisos de maternidad, trabajé sin descanso entre 1989 y 2005.

Lim: En 2003 recibió el premio al mejor guionista del año en los MBC Entertainment Awards. ¿Qué le hizo pasar a dedicarse repentinamente al diseño de jardines justo en la cima de su carrera?

Oh: Escribía hasta 10 páginas DIN A-4 de guiones audiovisuales cada día. Con el tiempo, mi capacidad emocional y mi creatividad se agotaron. Mi cuerpo tampoco estaba respondiendo bien. Enfermaba cada vez con más frecuencia, y tenía sinusitis y tos constante. Entonces, un día iba conduciendo sobre el Puente de Mapo y vi el cielo sobre Yeouido, todo oscurecido por la contaminación, y deseé tener un trabajo que me permitiera vivir de forma más saludable y feliz hasta mi vejez.

Lim: ¿Y eso la llevó a trabajar con jardines?

Oh: Sí. Yo me crié en una casa con patio. Allí crecían diferentes flores cada temporada y había una rosa trepadora que brotaba desde una pared. Después de casarme fue cuando realmente comencé a dedicarme a la jardinería. Tan pronto como regresaba a casa del trabajo, dejaba mi bolso en el salón y salía directamente al jardín. Mi esposo me dijo: “¿Sabes una cosa? Como guionista de radio se te ve muy nerviosa, pero en el jardín tu expresión y tu forma de hablar se tornan cómodas y tranquilas”. Fue entonces cuando pensé que debía estudiar una segunda carrera, algo relacionado con jardines. Estaba un día distraída navegando por internet cuando tropecé con esto del diseño de jardines. Aunque escribir se había convertido en mi trabajo, cuando estaba en la escuela nunca obtuve ningún premio de redacción, aunque sí muchos en arte. De este modo, al descubrir que había un oficio que aunaba los jardines y el diseño pensé que no podía existir nada más adecuado para mí y comencé a preparar de inmediato mi solicitud para un programa en Inglaterra. En aquel entonces tenía 38 años.

Lim: Seguro que no fue una decisión fácil. ¿Cómo le fue con el cambio?

Oh: El contenido del programa me gustaba mucho, pero me resultó increíblemente difícil llevar todo al día. Mi esposo se quedó en Corea y me llevé conmigo a mis dos hijas, que acababan de terminar la escuela primaria. Mi inglés todavía era bastante malo, por el mayor estrés fue tratar de abrir una cuenta bancaria. Tener que enviar a mis hijas a la escuela y atender sus necesidades, al margen de todo lo demás, convertía cualquier día en una ola de acontecimientos inesperados. Cada mañana, en cuanto abría los ojos, me preocupaba saber qué podría salir mal ese día. Los siete años que pasé en Inglaterra fueron probablemente los más exigentes de mi vida.

Lim: ¿Cómo era estudiar diseño de jardines?

Oh: No tenía suficiente conocimiento sobre plantas, por lo que era imposible pasar al diseño. Tras consultar con mi supervisor, decidí hacer una pasantía de un año en Londres y me uní como jardinera interina al equipo de Kew Gardens, el jardín botánico más antiguo del mundo. Hasta el día de hoy, ese año sigue siendo mi mayor activo. Allí no solo cultivan plantas para exponer, sino también muchas especies diferentes con fines de investigación. Me ofrecí voluntaria en varios departamentos donde trabajaba con todo, desde plantas tropicales en invernaderos hasta plantas herbáceas al aire libre. Durante ese tiempo tuve la oportunidad de experimentar mil cosas diferentes que solo pueden aprenderse por una misma, desde el riego hasta prevención de daños por insectos y poda.

Lim: ¿Hay mucha diferencia entre un diseñador de jardines y un jardinero o paisajista?

Oh: Los diseñadores de jardines desempeñan un rol totalmente distinto. El trabajo de un diseñador de jardines es crear todo el espacio a excepción del edificio, que es responsabilidad del arquitecto. Desde la planificación de la cantidad exacta de arbustos y plantas hasta los contrastes entre sus colores y la textura de las hojas, el diseñador de jardines crea un espacio para que los materiales del edificio y las propiedades de las plantas estén en total armonía. De ser necesario, el diseñador del jardín puede incluso encargar macetas o esculturas fabricadas especialmente para armonizar con el jardín, dando a los alfareros y artistas un esquema de diseño específico. Se puede pensar en un diseñador de jardines como alguien que trabaja para combinar todo el ambiente de una vivienda y sus alrededores.

Oh Kyung-ah creó este jardín en el centro de Seúl reutilizando un contenedor desechado para ofrecer a los ciudadanos un lugar donde relajarse del rápido ritmo de la capital. © Wang Gyu-tae

“No es que no haya abejas ni mariposas en la ciudad, es que la forma de vida en las ciudades dificulta que nos encontremos cara a cara con ellas”.

Escapadas de relax

Lim: Ahora también da charlas. ¿Qué es lo que más atención despierta entre sus oyentes?

Oh: Me hacen muchas preguntas sobre cómo cuidar las plantas para que no mueran. Sin embargo, las plantas mueren por muchas razones, incluso aunque su cuidador no haga nada incorrecto. Verá, en primer lugar, las plantas que se cultivan en la ciudad han sido desplazadas de su hábitat natural. Eso significa que no cualquier planta puede completar la vida útil promedio que le atribuyen las enciclopedias. A las personas que desean cultivar plantas en casa, les animo a seguir adelante e intentarlo sin preocuparse de que puedan morir. Al fin y al cabo, en Corea las plantas tienen un precio muy razonable.

Lim: En todo caso, gran parte de la población vive en ciudades y en apartamentos de gran altura. ¿No resulta un poco una extravagante cultivar plantas en un entorno así?

Oh: Para nada. Las plantas son absolutamente necesarias para nuestro bienestar mental. A juzgar por los comentarios que podemos ver en internet estos días, la mayoría de las personas mantienen un nivel nervioso extremadamente alto a nivel emocional. Los profesionales de la salud mental de todo el mundo recomiendan encarecidamente que las personas dediquen más tiempo a la jardinería. Dicen que ver crecer nuevos brotes del suelo produce una hormona en el cuerpo que cura: el mismo tipo de hormona que se libera cuando un padre ve a su hijo dar sus primeros pasos. Hace unos años, la Asociación Médica Británica incluso afirmó que sus médicos podrían recetar oficialmente labores de jardinería a varios tipos de pacientes. En algunos casos, trabajar en un jardín dos veces por semana, dos horas al día, puede ser más efectivo que tomar múltiples dosis de analgésicos o tranquilizantes. Y hay muchas plantas que crecen bien en interiores. La mayoría de las plantas de interior son especies de climas tropicales o desérticos, y entre ellas se incluyen las de hojas grandes, como los ficus y las palmas.

Lim: Recientemente ha estado trabajando en un jardín de la azotea de un gran centro comercial en la provincia de Gyeonggi. Parece que este tipo de jardines elevados son cada vez más frecuentes actualmente…

Oh: El centro comercial acaba de abrir, por lo que todavía hay materiales de construcción por todas partes, pero en cuanto pusimos algunas plantas comenzaron a venir mariposas y abejas como si hubieran estado esperando escondidas. No es que no haya abejas ni mariposas en la ciudad, es que la forma de vida en las ciudades dificulta que nos encontremos cara a cara con ellas. Últimamente cada vez más espacios comerciales intentan atraer clientes instalando jardines. Pero las áreas con mayor necesidad de jardines son las partes más densamente construidas de las grandes ciudades, aquellas con una gran concentración de edificios de gran altura. Aquí, en el condado de Yangyang, la población es de 20.000 personas, más o menos el total de residentes de algunos complejos de apartamentos de una gran ciudad. Creo que las personas están muy inquietas emocionalmente sin descanso porque viven juntas en zonas pequeñas. Aunque sea en los espacios residuales o sobrantes, llevar la naturaleza a la ciudad es vital para el bienestar de todos.

Jardín del patio de la Clínica de Obstetricia y Ginecología Joongang, en Sokcho. Este espacio no recibe luz solar, por lo que seleccionaron cuidadosamente plantas como helechos, musgos y hostas florecientes para su diseño. © Monthly Gardening

Boceto del Art Garden Rest Spot expuesto en la Feria de Diseño de Living de 2014 de Seúl con el apoyo de Hana Financial Group. © Monthly Gardening

Lim Hee-yunPeriodista cultural, The Dong-A Ilbo
Ha Ji-kwonFotógrafo

전체메뉴

전체메뉴 닫기