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2020 SUMMER

El arte de mover y mezclar

Un “extranjero residente” por casi 20 años, el arquitecto italiano Simone Carena se inspira sin cesar en el vertiginoso ritmo de vida de Corea. Aprovechando las posibilidades de un país que considera emerge como laboratorio de futuras ciudades, felizmente ofrece soluciones híbridas para espacios personales y profesionales.

Podría decirse que el viaje comenzó con Bob Marley. Como estudiante de arquitectura en la Universidad Politécnica de Turín, su ciudad natal en Italia, Simone Carena creó su propio programa de intercambio. Destino: Jamaica, cuna del legendario cantante de reggae.

“Desde niño sentía una gran pasión por Bob Marley”, explica Carena. “Tenía solo 11 años cuando mi tío me dijo: cuando seas mayor le odiarás, es solo música pop”. Pero yo dije: “No. Iré a Jamaica, conoceré a su familia y aprenderé sobre esto [su música]”.

Mientras estudiaba con una beca en la Escuela de Arquitectura del Caribe, en la Universidad Tecnológica de Jamaica, Carena conoció a la esposa y a los hijos de Bob Marley. También aprendió sobre dub, un género de música electrónica basado en el reggae. “Se trata de tomar una base y agregar tus propios sonidos. En arquitectura, eso implica mantener la estructura y agregar nuevos elementos”, explica Carena. Ese enfoque recorre su trabajo como arquitecto y sus elecciones de vida en Corea. Y así lo ejemplifica su casa, una remodelada casa tradicional hanok, con techo de tejas, ubicada en lo alto de las colinas del barrio Bukchon de Seúl.

Buscando un lugar para vivir después de casarse, el arquitecto italiano Simone Carena se enamoró de un hanok en Bukchon, Seúl. Un año de remodelación convirtió esa antigua casa tradicional en otra contemporánea, donde vive con su mujer y sus tres hijos

Hogar híbrido

Bukchon, en el antiguo centro de Seúl, es un enclave de casas hanok que datan de Joseon, la última monarquía coreana. Las puertas y ventanas de estas construcciones de una altura tradicionalmente eran de madera y papel de morera. Su casa estaba lejos de estar lista para mudarse cuando la compró: “la madera estaba en mal estado. Era una casa pobre, por eso pudimos comprarla”, recuerda Carena entre risas. Eso fue en 2006.

Cualquier restauración en Bukchon está sujeta a muchas restricciones. Por aquel entonces era ilegal instalar ventanas y puertas de vidrio, aunque ahora está permitido. Pero eso no abrumó a Carena. Al provenir de Italia, país con un rico patrimonio arquitectónico, gran parte de su formación y trabajo se han centrado en la restauración.

Hoy, este “Hanok Dub” resultante es antiguo y moderno: la piel de un precioso y antiguo hanok envuelve la esencia de un hogar contemporáneo. Originalmente orientada al sur, la casa fue reorientada hacia el oeste, hacia Italia, con vistas al Palacio Gyeongbok y a la oficina presidencial (Cheong Wa Dae) en el centro. En mitad de la casa está el llamado “Living Pool”, un espacio abierto para jugar y relajarse de día, y dormitorio de noche. La cocina y otros espacios interiores son de color verde, lo que hace que la casa brille casi evocando la música electrónica de la década de 1980, pero al mismo tiempo es cálida y hermosa. Abajo hay una habitación con una claraboya en el techo que da a la terraza. La esposa de Carena, Shin Ji-hye, diseñadora de moda, podía mirar hacia arriba y ver a sus tres hijos pequeños jugando. Ella creció en un hanok y conserva felices recuerdos jugando en un patio donde crecía un rosal.

Con los años, los niños crecieron y la terraza fue incorporada a la casa. El albaricoque que plantaron allí penetró en la casa y está junto a la mesa del comedor, como sexto integrante de la familia. Su parte superior atraviesa el techo. Carena es el primero en reconocer que su hogar no es una renovación pura de un hanok: “es un estilo mixto. Somos una familia mixta, y por tanto el resultado es mixto”, afirma.

Todo esto forma parte del “experimento viviente” que supone habitar una casa. “Elegí estar aquí porque sentí curiosidad por la arquitectura coreana, porque la escala de la casa hace que la sintamos como nuestra casa, como nuestra tierra. Me encanta el barrio, aunque debo decir que con el turismo podría volverse insoportable”, asegura. En cuanto a los resultados provisionales de su experimento, explica: “va en la dirección correcta. Estoy muy contento con la calidad de vida y las raíces que mis hijos van dejando. Por otro lado, está el sistema económico, que es el enemigo”.

En Bukchon, muchas de las casas antiguas han sido renovadas como tiendas, galerías y cafés, en vez de como hogares, y el vecindario está repleto de zonas comerciales. Eso se traduce en falta de infraestructuras educativas y de servicios para las familias, incluidos hagwon (escuelas privadas), profesores de música y piscinas que a menudo forman parte de los grandes complejos de apartamentos. A Carena le preocupa que su elección conlleve demasiado sacrificio para sus hijos.

Pero aún así, sueña con el futuro de Bukchon. No permiten construir hacia arriba, pero curiosamente no hay regulaciones hacia abajo. “Me encantaría bajar 20 pisos. Construir una zona de seguridad nuclear, una nueva ciudad subterránea”, explica sonriente.

Para dejar más espacio a los niños, amplió la casa llevando la terraza al interior. El albaricoque que creció afuera ahora vive adentro, como sexto integrante de la familia.

Movido por la pasión

Cuando Carena comenta: “mi vida es resultado de la pasión que me mueve”, te preguntas qué le traería a Corea. Tuvo una educación internacional, incluyendo un Máster en Arquitectura por la Universidad Politécnica de Turín, un programa de intercambio en la Universidad de Oxford y una escuela de verano en Harvard Graduate School of Design, así como un segundo máster en el Instituto de Arquitectura del Sur de California. Y, por supuesto, Jamaica.

Al igual que con Jamaica, en realidad fue la música lo que trajo a Carena a Corea. Su oficina en Turín estaba ubicada en una fábrica de ladrillos centenaria y familiar. Un día, una banda fue a filmar un clip allí, y eso le llevó a producir un vídeo musical para sordos. En la gira de presentación del vídeo por Asia, Corea incluido, conoció al decano de la Escuela Internacional de Diseño de Estudios Avanzados de la Universidad de Hongik, quien le pidió que enseñara allí. Carena llegó en 2001 y lleva en la universidad desde entonces.

También conoció a su futura esposa justo antes de que ella se fuera a Japón y luego a Italia a estudiar moda. Después de un cortejo transcontinental, la pareja eligió Corea para comenzar su vida de casados. ¿Motivo? “Teníamos muchos más proyectos de arquitectura aquí que en Italia. Estoy muy feliz de vivir aquí porque veo opciones de crecer”.

Al ver a los niños dar vueltas felices alrededor de su Living Pool, resulta grato pensar que sus raíces crecerán profundas, junto con las del albaricoque, mientras sus padres sueñan con construir hacia arriba o excavar en el suelo.

Inspiración laboral

Gracias al rápido desarrollo tecnológico y a la transformación digital, Carena cree que Corea se ha convertido en un laboratorio experimental para futuras ciudades.

Como fanático de la velocidad que va en moto y adora los Lamborghinis, Carena recalca: “la velocidad de transformación en Corea hace a este país muy emocionante”. Carena y su socio comercial, Marco Bruno, establecieron MOTOElastico, y abrieron una oficina en el Mercado Gwangjang, uno de los mercados tradicionales más antiguos de Seúl.

Carena explica así su decisión de quedarse: “creo que Corea es un laboratorio que el mundo observa para comprender el impacto de la tecnología, que al igual que la arquitectura contemporánea y la reinvención de la tradicional, juega un papel en su identidad”, y agrega “la ciudad digital es mucho más aceptada y prevalente aquí. La gente entiende sus ventajas. En Italia, la gente teme ser espiada o explotada comercialmente”.

Los proyectos de MOTOElastico han sido descritos como hitos de referencia que oscilan entre el know-how coreano y el por qué no italiano, produciendo obras de “cultura híper local”. La firma se involucra en arquitectura, diseño de interiores, instalaciones, diseño de exposiciones, diseño público, actuaciones y, a veces “una mezcla de todo”. Además del Hanok Dub, las obras de alto perfil de la compañía incluyen High Street Italia, un edificio en el moderno Garosu-gil, que rinde homenaje a los acueductos romanos y muestra productos de Italia, o el Salón de los Ciudadanos (Simincheong) del Ayuntamiento de Seúl, donde los códigos de color identifican el propósito de cada zona, en el espacio abierto del sótano.

“Diseñar un espacio público es como crear un set para una obra de teatro: hay que imaginar qué tipo de comedia o tragedia tendrá lugar allí”, resalta Carena. También afirma que, cada actividad, como una obra de teatro, debe ser entretenida a su manera. Muchos de sus proyectos son divertidos y juegan con las palabras. Tank Bang, por ejemplo, es una “habitación” portátil hecha de personas que caminan creando una habitación, portando escudos policiales que sirven como paredes. Los escudos son de color rosa y llevan la palabra “Felice”, una obra de teatro sobre “Policía”. “Felice” es “feliz” en italiano, y también el nombre del primer hijo de Carena. Su segundo y tercer hijo se llaman Forte y Fermo.

Bang, “habitación” en coreano, aparece en varios proyectos de MOTOElastico. “Nos gusta bang. Aquí hay noraebang [literalmente “sala de canto”], PC bang, un bang para cada actividad de la casa que pueden alquilar en otro lugar. Eso refleja la mente práctica del pueblo coreano”, asegura Carena. Un proyecto que le gustaría iniciar en Bukchon es un jjimjilbang, un baño público y sauna seca de estilo coreano, que espera abra un diálogo sobre el renacer de Hanok. “Es algo que residentes y turistas podrían compartir”, apunta.

De ida y vuelta

Carena describe su querida motocicleta como “un bang en movimiento que no es ni interior ni exterior, sino ambos”. Además de motocicleta, “moto” significa movimiento: “es un punto de vista dinámico, un vibrante enfoque de la ciudad”, expresa. Moto también alude a alejarse de un lugar y luego volver. Su familia viaja de ida y vuelta entre Italia y Corea. En 2017, Carena recibió el título de caballero del Gobierno italiano por su contribución a las relaciones entre Italia y Corea. El futuro puede traer oportunidades a su familia fuera de Corea, pero él afirma: “Volveríamos. Corea es un gran lugar para volver”.

Al ver a los niños dar vueltas felices alrededor de su Living Pool, resulta grato pensar que sus raíces crecerán profundas, junto con las del albaricoque, mientras sus padres sueñan con construir hacia arriba o excavar en el suelo. 

Cho Yoon-jungTraductora y escritora independiente
Ha Ji-kwonFotógrafo

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