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2017 SUMMER

Girls’ High school reunions: Friendships lasting through the Golden Years

Han pasado más de 130 años desde que las niñas y las mujeres coreanas comenzaron a recibireducación formal gracias a la introducción del sistema escolar occidental. Las mujeres se han abiertocamino en la esfera pública y para muchas de ellas, una reunión con ex compañeras del instituto desecundaria o bachillerato, brinda una oportunidad muy especial, años después de completar susestudios y casarse, de entrar nuevamente en contacto con el mundo al margen de la familia directa.

Los años invertidos en el institutoson recordados por muchagente como la etapa másmemorable de su trayectoria educativa.Para aquellas mujeres que cursabansecundaria o bachillerato enun momento en que las niñas y losniños estaban estrictamente segregados,la conexión con sus amigas deese período es muy especial y pervivemucho después de la graduación,manteniéndose siempre fresca a basede reuniones regulares. Entre estascitas, los recuerdos dulces de las amistades juveniles permanecenvivos gracias a las canciones populares de su juventud, como “Lasalas enjoyadas de los sueños”, o el estribillo agridulce del momentode la graduación: “Ha llegado el momento de la despedida, adiós,os deseo buena suerte, adiós amigos…”.

Cinco años para una agenda de contactos

Son Hei-young, graduada del instituto femenino de Ewha, el másantiguo para mujeres en Corea, recuerda el momento en el que susex compañeras de estudios comenzarona celebrar reuniones. “En la décadade 1960, cuando nos graduamosde bachillerato, cada una de nosotrastenía un mundo nuevo por delante,por lo que las ex compañeras perdieronun poco el contacto. Después deunos 20 años habíamos establecidonuestras vidas en cierto grado y queríamosvolver a ver a las viejas amigas,así que unas diez de nosotras,las que teníamos mayor facilidad paracontactar, comenzamos a reunirnosuna vez al mes. Fueron necesarios cinco años para completar laagenda de contactos de unas 400 alumnas. Más tarde publicamosun boletín informativo, celebramos eventos para los 30, 40 y 50 aniversariosde nuestra graduación, y organizamos pequeños gruposde aficionadas a los deportes, canto de coro, pintura y otras actividadesde ocio”.

En estas reuniones las actividades suelen ser similares, sinimportar el centro de estudios al que hayan ido las mujeres. Pequeñosgrupos se reúnen de forma regular en cada zona local, y aveces se organiza un acontecimiento oficial más grande para unareunión de toda la clase. Independientemente del tamaño delencuentro, las participantes se divierten hablando y comiendo juntas,asistiendo a una conferencia, practicando deportes, bailando,cantando, viajando o haciendo algo para su alma mater. En elcaso de los eventos especiales, la mayoría se celebran en salas dehotel alquiladas y las participantes practican con antelación suscanciones y bailes. Las ex compañeras aseguran que no se sientenincómodas haciendo estas cosas juntas a pesar de no habersevisto durante mucho tiempo. Seguramente eso se debe a los felicesrecuerdos de los momentos compartidos con sus viejas amistades.

Los hermosos panqueques deazalea, un manjar elaboradocon masa de arroz glutinosomezclada con pétalos deazalea y frito en aceite, sehan convertido en un regaloespecial que se identifica conla reunión anual de graduadasde la Escuela SecundariaFemenina de Tongyeong, enla provincia de Gyeongsangdel Sur; donde las flores deprimavera abren antes que enninguna otra parte de Corea.Las alumnas de la escuelase reúnen para compartiresta exquisitez que cocinaronjuntas y renovar su amistad.

Una amistad que sabe a manjar de ciudad

Las graduadas del instituto de bachillerato femenino de Tongyeong,situado en la ciudad portuaria de Tongyeong, en la provinciadel sur de Gyeongsang, mantienen una tradición especial en susreuniones. Cada año el 9 de abril, día del aniversario de la fundacióndel centro educativo, se reúnen para cocinar crepes de azaleasy tortas de arroz de artemisa, que sirven y ofrecen como regalos.

La ex alumna Lee Jeong-yeon lo explica: “En esa época delaño, el mercado de Tongyeong se convierte en un mercado de flores.Antes de la reunión, las antiguas alumnas de la ciudad hacenlos preparativos como anfitrionas delencuentro. A ellas se suman otrasalumnas que llegan antes, y juntas vanal mercado, compran flores de azaleay arroz glutinoso para la masa y hacenlas crepes. También elaboran tortas dearroz de artemisa en forma de medialuna con una mezcla de artemisa frescay harina de arroz. Damos las graciasal comité de las reuniones, porquecada año prepara estos manjares”.

Los habitantes de las aldeas de lasmontañas cercanas recogen las floresde azalea, les quitan los estambresvenenosos, llevan el resto en sus cestosy las venden en el mercado. Las alumnas las compran y mezclanmuchas de ellas con masa de arroz glutinoso, hasta que ésta cambiasu apariencia. Las pequeños crepes, horneadas poco antes decomer, parecen capullos de flores rosadas. En Tongyeong todas lasfamilias preparan esta especialidad y la disfrutan en la primavera.

Bae Do-su, presidenta de la asociación de alumnas del institutode bachillerato femenino de Tongyeong, explica: “Preparar estosmanjares requiere mucho trabajo y servir a varios cientos de personasno es barato, pero lo hacemos con mucho gusto cada año,porque algunas vienen de muy lejos con la expectativa de disfrutarde las delicias de nuestra ciudad natal. Queremos revivir el recuerdode saborearlas juntas como hacíamos en el pasado. También lesdamos como regalo un poco de pasta de flores”.

En Kaesong, ahora Corea del Norte, la gente preparaba sopapara el Año Nuevo Lunar con joraeng-i tteok, pequeños trozosde pastel de arroz con un palo de bambú en el medio, que tienenforma de 8 o de un cacahuete con cáscara. La sopa se prepara paralos ritos ancestrales y después se comparte con los miembros dela familia. Los nativos de Kaesong han mantenido su cocina tradicionalincluso después de dejar su ciudad natal y establecerse en elsur. Las graduadas del instituto de bachillerato femenino de Holston,en Kaesong, se juntan el día antes del Año Nuevo lunar y hacenestos pasteles de arroz para enviárselos a sus amigos y parientescomo regalo. Esta tradición se ha transmitido a las generacionesmás jóvenes, incluidas sus nueras.

Algunas de las ex alumnas que viven en Seúl se reúnen más amenudo, manteniendo vivas sus amistades a través de diferentestradiciones personales. Para Lee He-suk, que vive en una casa conun patio grande, elaborar salsa de soja usando soja fermentadajunto con las amigas de sus años de primaria, secundaria y bachilleratoes un evento anual lleno de significado. Unos dos mesesmás tarde, todas pueden llevarse a casa una olla de su propia salsade soja. Cheon Yi-hyang, presidenta de la asociación de alumnasdel instituto de bachillerato femenino de Pungmun, y sus ex compañeras,sus amigas de 40 años, hacen mandu en casa para quienes no pueden acudir a la fiesta de fin de año. Cada una de ellastrae uno de los ingredientes, intercambian regalos, y disfrutancharlando y compartiendo bromas, al igual que cuando eran jóvenesdécadas atrás. Los regalos incluyen desde las tortas de arrozhasta vajilla o jabones finos, todo cuidadosamente dispuesto paraevitar el desorden. Y aquellas que realicen llamadas telefónicasdurante la reunión han de pagar una multa.

Usar las redes sociales para las reuniones

Lee Sun, de 30 años, y sus antiguas compañeras de colegio sereúnen una vez al mes en la estación de metro de Sindorim, alsuroeste de Seúl. El lugar de encuentro fue elegido al ser el máspráctico para aquellas que vienen desde otras provincias. Desde allíse dirigen a un centro comercial cercano para comer. Al final, pasanun día entero juntas conversando y debatiendo sobre varios temas,y en algunas ocasiones también van al cine a ver una película.

Siempre hay algunas que son muy buenas en las tareas relacionadascon la familia y el hogar. Desde el conocimiento de aspectostriviales hasta los secretos de las inversiones inteligentes, las amigasintercambian información sobre diversos temas. Una de las ventajasde estas reuniones es que generan la oportunidad de hacerlabores voluntarias. Las integrantes asumen por turnos las tareas,tales como planificar un viaje o una reunión, preparar los materialesnecesarios, enviar cartas y mensajes, o llevar al día las cuentas.Para aquellas que generalmente están muy ocupadas en sus trabajoso cuidando de sus familias, hacer algo diferente es un cambioque acogen positivamente, y que les permite ponerse al día en lastendencias actuales. A medida que las ex alumnas se hacen mayores, recolectan dinero de las integrantes para los gastos ocasionales.Por lo general, una contribución mensual de 30.000 wones (aproximadamente30 dólares) cubrirá las comidas y otros gastos, comoaportar ayuda a los eventos familiares de las antiguas compañeras.

En las fotos de grupo de las reuniones de ex alumnas de 30 años, normalmente se observa a lasmujeres sentadas o de pie en una postura formal. En el caso de las de 40 años, las poses son máslibres y se ve a algunas de las antiguas compañeras medio reclinadas y relajadas, todas ellassonriendo. Mientras, las fiestas que a menudo tienen lugar para las reuniones de ex compañeras de50 años son el culmen de esta tradición.

Los teléfonos inteligentes también han servido para cambiarel modo en que se organizan las reuniones. La tendencia ahoraes ponerse en contacto unas con otras mediante salas de chat engrupo. El viejo método de enviar cartas por correo ordinario quedóobsoleto. Hace aproximadamente una década se pusieron de modalos cibercafés, pero desde hace unos años, las aplicaciones demensajería instantánea son el principal medio para comunicarse.

El “smartphone” hace que las distancias entre los amigos queestán en Corea y en el extranjero desaparezcan, ya que los mensajesse intercambian de forma instantánea en cualquier momento.La desventaja de estas aplicaciones es que cuando se participaen demasiadas salas de chat, a la vez uno puede sentirse como sinadara en un mar de spam, o forzado a decidir qué hacer con esaavalancha de mensajes. Por tanto, participar en las salas de chatde ex alumnas requiere una buena dosis de habilidad con las redessociales. Por su conveniencia, y también por la curiosidad de losusuarios, las redes sociales se utilizaron al principio de forma másactiva, pero ahora cada vez más estudiantes abandonan las salasde chat para relajarse y centrarse más en su vida cotidiana.

El ocaso de una dulce tradición

Las reuniones de alumnas también sirven para observar el pasodel tiempo. En las fotos de grupo de las reuniones de ex alumnas de

Amigas desde sus años de juventud, estas mujeres de mediana edad, vuelven aGyeongju, la capital del antiguo Reino de Silla y destino memorable en sus excursionesde escuela secundaria. Entre recuerdos de un viaje siempre refrescante, juegana “soltar el pañuelo” en el césped cerca de una tumba real. Vestidas con su uniformeescolar, sus rostros reflejan la alegría de revivir sus años escolares.30 años normalmente se observa a las mujeres sentadas o de pie enuna postura formal. En el caso de las de 40 años, las poses son máslibres y se ve a algunas de las antiguas compañeras medio reclinadasy relajadas, todas ellas sonriendo. Mientras, las fiestas quea menudo tienen lugar para las reuniones de ex compañeras de 50años son el culmen de esta tradición.

Pero los cincuenta años de amistad también se celebran deotras maneras. Algunos grupos de ex alumnas han publicado librosen los que registran sus actividades y el tiempo que pasan juntas.Las graduadas en 1965 del instituto de secundaria de Ewha, porejemplo, recabaron 300 fotos de las alumnas desde 1946 a 2015 ypublicaron un ensayo con fotografías titulado “Historia de la modade las mujeres coreanas modernas, 1946-2015”. La obra analizael sentido estético de la mujer coreana moderna durante el rápidodesarrollo industrial y social del país, pero no a través de los vestidosde moda usados por modelos y mujeres profesionales; sino através de la ropa diaria de las amas de casa, con algunos recuerdosde famosos diseñadores como reseñas.

También hay reuniones de mujeres de 60 años, pero a medidaque las ex alumnas envejecen, son menos las que logran reunirla energía necesaria para organizar estos eventos. A la edad de 80años, a menudo tienen problemas para moverse debido a la artritisy algunas de ellas permanecen en cama, haciendo casi imposibleorganizar los encuentros. De este modo, las reuniones de ex compañerasde instituto tocan a su fin, y las alegrías de las amistadesforjadas en los tiempos de juventud se desvanecen lentamente enrecuerdos lejanos. (Traducido por Atahualpa Amerise)

Kim Yoo-kyungPeriodista
Choi Jung-sunFotógrafo

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